Rápidos y furiosos 9. Director: Justin Lin. Protagonistas:
Vin Diesel, Michelle Rodriguez, Tyrese Gibson, Chis “Ludacris” Bridges, John
Cena, Nathalie Emmanuel, Jordana Brewster, Sung Kang y Michael Rooker, entre
otros. Con Hellen Mirren, Kurt Russell y Charlize Theron. Participación
especial de Bad Bunny, Ozuna y Jason Statham. Guionistas: Daniel Casey y Justin
Lin, sobre una historia de Justin Lin, Alfredo Botello y Daniel Casey, basado
en personajes y situaciones creados por Gary Scott Thompson. Productores: Vin Diesel y Justin Lin, entre otros. Original Film / One
Race Film / Perfect Storm / Roth – Kirschenbaum Film / China Film Co. EE.UU., 2021.
Estreno en la Argentina: 24 de junio de 2021.
Los mejores autos, los más caros, los más
exclusivos, los más veloces. Los hombres más rudos, más fuertes, más valientes,
los mejores al volante. Las mujeres más lindas, más sexys, más inalcanzables,
las mejores al volante. Los escenarios más bonitos, más exóticos, las urbes más
importantes, las pistas más complejas. El vértigo más desenfrenado, la
adrenalina más adictiva, la emoción más espectacular. El imaginario machista
más arcaico, más básico, más infantil.
A veinte años de su debut, la exitosísima
franquicia manejada por Vin Diesel no tiene nada nuevo para ofrecer. Y será por
eso que sigue jugando a dar más de lo mismo. La puesta en escena de un
videojuego de carreras, que sólo sabe (sólo puede) intentar sobrepasarse a sí
misma. Por izquierda o por derecha, sin respetar el tránsito mínimo de
cualquier narrativa, atropellando la lógica, llevándose puesta la razón, tirando
a la banquina la voluntaria suspensión de la incredulidad. ¿Ir en auto al
espacio exterior? Pero déjense de joder.
Como su nombre lo indica, Rápidos y furiosos
9 (The Fast & the Furious 9, o F9 a secas) es una carrera descerebrada hacia
la nada misma. Pasada de esteroides, carente de creatividad, tuneada hasta la enajenación.
Melodrama absurdo, que intenta hacer de una familia un grupo de peripatéticos superhéroes
cuyo único poder es el de acelerar a fondo, chocar todo lo chocable, destruir
todo lo destruible, poner cara de recios y hacer chistes estúpidos.
En un matete entre organizaciones secretas,
hackers desalmados y tecnologías apocalípticas en pugna, hay un intento de
búsqueda dramática sobre el pasado de la familia Toretto, que se termina encadenando
de la manera más tradicional y previsible. Fiel al espíritu de la saga, la
película de Justin Lin entra por los ojos, adormece el cerebro y se va haciendo
el mayor ruido posible. Como para que nadie se avive de que tendríamos que
haber ido a boxes hace un par de vueltas.
Hay escena post-créditos. Así que la carrera
sigue.
Fernando Ariel García
Me gustaron las dos primeras películas, las que tenían algo de policial. Había un argumento, personajes desarrollados.
ResponderEliminarNo me molesta la exageración en las escenas de acción, me gustan las películas de James Bond, las de Misión imposible. Sino esa falta tan obvia de continuidad, la incoherencia del comportamiento de los personajes. Lo que es un festival para los canales de youtube que reseñan películas.
Saludos.