Batman vs. Superman: El origen de la Justicia. Director: Zack Snyder. Protagonistas: Ben Affleck (Bruce Wayne / Batman), Henry Cavill (Clark Kent / Superman), Gal Gadot (Diana Prince / Mujer Maravilla), Jesse Eisenberg (Lex Luthor), Amy Adams (Lois Lane), Diane Lane (Martha Kent), Jeremy Irons (Alfred Pennyworth), Laurence Fishburne (Perry White), Michael Shannon (general Zod / Doomsday) y Holly Hunter, entre otros. Participación especial de Ezra Miller (Flash), Jason Momoa (Aquaman), Ray Fisher (Vic Stone / Cyborg), Kevin Costner (Jonathan Kent), Jeffrey Dean Morgan (Thomas Wayne), Lauren Cohan (Martha Wayne), Michael Cassidy (Jimmy Olsen), Joseph Cranford (Pete Ross), Emily Peterson (Lana Lang), Brandon Spink (joven Bruce Wayne), Joe Morton (Silas Stone). Guionistas: Chris Terrio, David S. Goyer, basado en personajes y situaciones de distintas historietas de DC Comics, con especial atención a la obra generada por Bob Kane y Bill Finger, Jerry Siegel y Joe Shuster, William Moulton Marston y H.G. Peter, Frank Miller, Dan Jurgens, Marv Wolfman y George Perez, Carmine Infantino, Jim Aparo, John Byrne, Jack Kirby, Jim Starlin, Gardner Fox y Harry Lampert, Mort Weisinger y Paul Norris, entre otros. Productores: David S. Goyer, Geoff Johns, Christopher Nolan y Michael Uslan, entre otros. Warner Bros. Pictures / Atlas Entertainment / DC Comics / RatPac-Dune Entertainment. EE.UU., 2016. Estreno en la Argentina: 24 de marzo de 2016.
No estaba para nada interesado en ver este promocionadísimo choque entre los iconos más importantes generados por la historieta norteamericana. El primer paso dado por El Hombre de Acero (2013) me aburrió demasiado. Grandilocuente al divino botón, pasada de esteroides, pretendiendo una seriedad que le sobraba y un tiempo de pantalla demasiado excedido, el regreso cinematográfico de Superman sólo logró hacerme añorar la tetralogía de Christopher Reeve. De hecho, ver la caripela de Ben Affleck bajo la capucha del murciélago me transformó en una especie de Tano Pasman gritándole a la pantalla de la compu, exigiendo que se dejen de joder y hagan el Dark Knight con Adam West, de una vez por todas.
Por suerte (para mí) me crucé en una privada con Alejandro Di Menna (periodista, lúcido crítico de cine y amigo), que me convenció de darle una oportunidad a Batman vs. Superman: El origen de la Justicia (Batman versus Superman: Dawn of Justice) con una serie de argumentos sólidos, tanto para el fanático de las historietas como para el hijo del vecino recién llegado (para no caer en “el santiagueño” de Fantino). Y, la verdad, debo darle las gracias. Con sus pro y sus contra, el filme no es tan malo como dejan entrever casi todas las críticas, ni tan bueno como intentan promocionarlo los estudios Warner. Y, de haberse enfocado más en algunas puntas que tira el guión y menos en la necesidad de instalar la existencia de universo cinematográfico presto a desplegarse (lo que hubiera redundado en una saludable reducción del metraje), podría haber estado mucho (mucho) mejor.
Técnicamente impecable, visualmente abrumadora y algo confusa, el BvS de Zack Snyder apuesta por una monumentalidad sin sutilezas, decididamente alejada del tono ligero y festivo impuesto por las cintas superheroicas de Marvel. Buscando profundizar la oscuridad del Batman nolaniano, queda atrapada en el discurso de las formas, quizá porque los actores no logran impregnarle a sus personajes el vacío existencial que la puesta en escena les impone, o quizá porque se pretendió abarcar más de lo que se podía apretar.
O, tal vez, el problema radique en la pregunta que busca sostener dramáticamente la trama. Una pregunta cuya respuesta conocemos todos, salvo los protagonistas. ¿Superman representa una amenaza para la humanidad? Que Batman, con sus capacidades intelectuales y tecnológicas al mango, tarde casi todo el metraje en darse cuenta del verdadero estado de situación, deja al Hombre Murciélago como un obsesivo limitado por los fantasmas que sigue movilizando el 11-S. Y la manito que la Mujer Maravilla le da sobre el final, justifica el peligro que Doomsday garantiza y Lex Luthor no está en condiciones de generar por sí mismo.
Las ideas más atractivas que propone la película pasan (literalmente a los golpes) de lo discursivo a lo plenamente narrativo; pero Snyder no logra capitalizarlas por completo, tapado como está por la escala apocalíptica de lo que muestra. La naturaleza del héroe, la cuestión de fe que define las distintas relaciones entre lo humano y lo divino, las tensiones entre el uso unilateral de la fuerza y las consecuencias medibles en daños colaterales (eufemismo para hablar de víctimas inocentes), carretean pero no levantan vuelo.
A nivel simbólico, lo que mejor funciona es la comparación entre las identidades opuestas y enfrentadas que los paladines cargan como una cruz. Y aquí Snyder sí acierta al trabajar las diferencias y las similitudes entre Superman y Batman, marcando claramente las distancias que van de lo no-humano a lo deshumanizado para establecer en dónde radica el real peligro. Sacando provecho del paralelismo divergente que le permite jugar el nombre que comparten las madres de los superhéroes (Martha), las secuencias espejadas del inicio y el cierre construyen uno de los sentidos básicos que el género superheroico porta en su adn: Para algunos, la vida no es el único estado transitorio entre dos eternidades.
No es una película de Marvel, así que pueden irse de la sala cuando arrancan los títulos finales.
Escena eliminada del corte final, divulgada por Warner el 29 de marzo de 2016
No es una película de Marvel, así que pueden irse de la sala cuando arrancan los títulos finales.
Fernando Ariel García
Gracias por los trailes, el diseño de producción de la película me parece espectacular. En esta ocasión Henry Cavill toma el papel de Superman. su actuación como el hombre de acero ha sido muy criticada, al igual que sus películas. Para mí, en esta película promete demasiado para los fanáticos de DC comics, pues da pie a futuros proyectos junto con otros personajes del mundo DC. Hace una gran química con todo el reparto, además nos presenta un Superman lleno de fuerza, decisión y carácter.
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