Corría 1957 cuando, en el mensuario argentino de historietas Hora Cero hizo su aparición la miniserie (hoy se la llamaría así) de fantaciencia aparentemente anónima, pero portando las semillas de ideas nuevas: Se trata de Rolo, el marciano adoptivo, que narra una invasión alienígena que, sobre todo, golpea la Argentina y no la ‘acostumbrada’ Norteamérica; y que en segundo termino, viene enfrentada por un grupo de gente común y corriente (entre otros, un maestro, un tornero, un tipógrafo) y no por algún héroe solitario e inoxidable. Un fallido, pero cuando Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, un poco más tarde en ese mismo año, deben idear una nueva serie para la edición semanal de Hora Cero, retoman aquella idea y la desarrollan plenamente: Nace El Eternauta. Además de una esplendida historia fantástica, la increíble anticipación del dramático destino de la Argentina en las siguientes décadas. Un destino que va de la mano con el de los autores de esta piedra fundamental de la historieta mundial y -en parte- con el de sus protagonistas…
“¿Puede una historieta, como se conoce al fumetto en la Argentina, ocupar el espacio ético dejado por las instituciones presuntamente democráticas que deberían regir el destino de una Nación?” se pregunta al principio este apasionante ensayo. Parece que sí, si esta historieta es El Eternauta de Héctor Germán Oesterheld y Francisco Solano López, responden Fernando Ariel García y Hernán Ostuni -periodista el primero, médico el segundo-, figuras cardinales del panorama historietístico argentino con sus colaboraciones en Akfak, Comic Magazine, Cóctel, Sonaste Maneco y Skorpio, entre otros títulos. Los dos autores recuentan la atormentada existencia de Oesterheld, genio de la historieta y desaparecido (asesinado -al igual que sus hijas- en una de los tantos centros clandestinos de detención del Ejército argentino durante la dictadura) y lo hacen recorriendo medio siglo de historia sudamericana. La tesis de fondo del ensayo sostiene que El Eternauta (en todas sus controvertidas encarnaciones) es una obra de denuncia, una potente alegoría antiimperialista con la cual Oesterheld atacó siempre al poder constituido, de las multinacionales a la junta militar, hasta las últimas consecuencias. Esta relectura exclusivamente política puede, de antemano, parecer algo forzada, especialmente a los lectores más jóvenes, que se han acercado recientemente a las aventuras de Juan Salvo y todavía no han captado todo su potencial subversivo, pero le otorga al libro (ni más ni menos que un simple ensayo sobre una historieta de ciencia-ficción) la potencia y la pasión de la oración civil.
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miércoles, 8 de junio de 2011
MEMORIE DELL’ETERNAUTA: LA POTENCIA Y LA PASION DE LA ORACION CIVIL
En el sitio web Mangialibri (http://www.mangialibri.com/node/8414), David Frati escribió la siguiente crítica al libro Memorie dell’Eternauta:
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