domingo, 8 de agosto de 2021

EL ESCUADRÓN SUICIDA: ODA CRÍTICA AL INTERVENCIONISMO YANQUI

El Escuadrón Suicida. Director: James Gunn. Protagonistas: Margot Robbie (Harley Quinn), Idris Elba (Bloodsport), John Cena (Peacemaker), Joel Kinnaman (coronel Rick Flag), Sylvester Stallone (voz de King Shark), Viola Davis (Amanda Waller), David Dastalmachian (Polka-Dot Man), Daniela Melchior (Ratcatcher II), Michael Rooker (Savant), Jai Courtney (Capitán Boomerang), Peter Capaldi (Thinker), Pete Davidson (Blackguard), Nathan Fillion (T.D.K.), Taika Waititi (Ratcatcher I), Steve Agee (John Economos, King Shark), Sean Gunn (Weasel, Calendar Man), Flula Borg (Javelin), Mayling NG (Mongal), Alice Braga (Sol Soria), Joaquín Cosío (Mayor General Mateo Suárez), Juan Diago Botto (Presidente General Silvio Luna) y Storm Reid (Tyla), entre otros. Participación especial de John Ostrander (Dr. Fitzgibbons), Natalia Safran (Kaleidoscope), Jared Leland Gore (Double Down) y Pom Klementieff (bailarina en La Gatita). Guion: James Gunn, basado en personajes y situaciones de los cómics de DC, especialmente los de Suicide Squad a cargo de John Ostrander (guion) y Luke McDonnell (dibujos). Productores: Zack Snyder, Deborah Snyder. Warner Bros. Entertainment / Atlas Entertainment / Peter Safrant. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina: 5 de agosto de 2021.


¿Qué puede salir de la fusión entre los Doce del patíbulo y la Bananas de Woody Allen? Si el encargado de resolver semejante alquimia es James Gunn, pues el resultado es esta gloriosa El Escuadrón Suicida (The Suicide Squad), que recupera la sensibilidad estética e intelectual del camp patentado por el Batman de Adam West, ostentando los valores de la ironía, el humor negro y la sobreactuación como contrapeso al brutal baño de sangre que maquilla una fuerte crítica al intervencionismo yanqui. Y si al combo le sumamos algunos argentinismos irresistibles (empanadas, fernet, un par de “boludos” oídos al pasar y hasta un guiño a la Mafalda de Quino), yo compro el paquete entero, sin dudar.


Todo lo que no anduvo en Escuadrón Suicida modelo 2016, aquí funciona como un relojito. La película es ligera pero no superficial, visualmente atractiva y sabe jugar el tempo de la comedia superheroica con precisión milimétrica. Cuando tiene que serlo, es vulgar sin ofender, hiperviolenta sin escandalizar, tonta sin menospreciar; y sensible sin empalagar. Gunn parte del mismo presupuesto que utilizó David Ayer: un grupo de villanos descartables, rejuntados por una organización secreta gubernamental estadounidense para realizar misiones ilegales de altísimo riesgo. Pero en vez de enfrentar a sus personajes contra fenómenos sobrenaturales, elige ceñirse al discurso político patentado por John Ostrander y Luke McDonnell en los fundamentales cómics ochentosos del Suicide Squad. Por esa razón, los deposita en medio de la bananera isla sudamericana de Corto Maltese (homenaje al gran Hugo), para poner fin a la dictadura del Presidente General Silvio Luna, interpretado por el argentino Juan Diego Botto, el mismo que antes de romperla en el Martín (Hache) de Aristarain había personificado al sordomudo Felipe en la nefasta Zorro de Duncan Regher.


Recreada en locaciones reales de Panamá y Puerto Rico, Corto Maltese resulta ser la sumatoria del vasto imaginario colonialista que los EE.UU. suelen esgrimir para justificar su accionar sobre América Latina. Una síntesis de lo peor de la Cuba castrista y lo más malo de la Venezuela chavista. Un estereotipo caricaturesco que le calza justo a la artificialidad burlona que el film propone y dispone. Esa construcción narrativa que hace de la exageración su principal virtud, equilibrando la cancha poniendo del lado gringo al gran hallazgo del film: el Peacemaker de John Cena, especie de Schwarzenegger descerebrado y extremista que, autojustificando su conducta criminal, defiende (y sostiene) la injerencia imperialista en América Latina.


El resto es la eficiente receta que Gunn ya probó (y aprobó) en las dos Guardianes de la Galaxia de Marvel: Aventura a gran escala, criaturas tan nefastas como queribles; y un sustrato emocional que la da sustento dramático al periplo interno de algunos personajes principales. En este caso específico, el impacto de los compartamientos paternos en el proceso de construcción de la personalidad de los hijos. Además de una banda sonora impecable, que incluye canciones de y por Johnny Cash, The Jim Carroll Band, Céu, Kansas, David Lee Roth y Pixies, entre otros.
Es cine de superhéroes, así que conviene quedarse hasta el final.
Fernando Ariel García

3 comentarios:

  1. La primera película fue de mi agrado. Y esta despierta mis expectativas, por el trailer y tu reseña.
    Saludos.

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  2. Sólo puntualizaría que 'Corto Maltese' como localización es mencionada en el gran cómic de Batman 'Dark Knight Returns', y que también se mencionó (aunque brevemente) en el filme de Tim Burton de 1989, con lo que es un homenaje al homenaje al homenaje.

    El texto me ha encantado, y me ha puesto los dientes largos de cara a la peli, que todavía no he podido ir a ver al cine.

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    1. Es cierto, Antonio. Homenaje al cubo para Corto Maltese. Gracias por escribir.

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