miércoles, 19 de julio de 2023

BARBIE: ENTRE LA INTENCIÓN CREATIVA Y LA VORACIDAD CAPITALISTA

Barbie. Directora: Greta Gerwig. Protagonistas: Margot Robbie (Barbie), Ryan Gosling (Ken), America Ferrara (Gloria), Kate McKinnon (Barbie rara), Kingsley Ben-Adir (Ken), Will Ferrell (CEO de Mattel), Simu Liu (Ken), Rhea Perlman (Ruth Handler, creadora de Barbie), Issa Rae (Barbie presidenta), Heri Hef (Barbie doctora), Alexandra Shipp (Barbie escritora), Emma Mackey (Barbie científica), Sharon Rooney (Barbie abogada), Nicola Coughlan (Barbie diplomática), Ana Cruz Kayne (Barbie jueza), Ritu Arya (Barbie periodista), Scott Evans (Ken), Ncuti Gatwa (Ken), Michael Cera (Allan), Ariana Greenblatt (Sasha). Participación especial de Dua Lipa (Barbie sirena) y John Cena (Ken tritón). Narradora: Helen Mirren. Guionistas: Greta Gerwig y Noah Baumbach. Basado en el universo de las muñecas Barbie de Mattel, creado por Ruth Handler. Banda sonora: Incluye las canciones Dance the Night (Dua Lipa), Pink (Lizzo), Barbie World (Nicki Minaj, Ice Spice y Acqua), Watati (Karol G y Aldo Ranks), What Was I Made For (Billie Eilish) y I’m Just Ken (Ryan Gosling), entre otras. Productores: Margot Robbie, entre otros. Heyday Films / LuckyChap Entertainment / NB/GG Pictures / Mattel Films. EE.UU., 2023. Estreno en la Argentina: 20 de julio de 2023.


9 de marzo de 1959. Feria del Juguete de New York. Por sólo 3 dólares, cualquiera de sus visitantes podía adquirir esta novedosa muñeca rubia con sonrisa galvanizada y labios pintados. La primera con facciones adultas, senos prominentes y largas y estilizadas piernas. Sus 29 cm de altura incluían tacos altos, aros resplandecientes y una malla enteriza a rayas, en coqueto blanco y negro. Si uno va a creerle al relato oficial, la muñeca salió del evento siendo un rotundo fracaso, aunque para fin de año terminaría agotando 351 mil unidades en las jugueterías del gran país del norte.


Iniciativa de Ruth Handler, esposa del fundador y dueño de Mattel, Barbie (bautizada con el nombre de su hija Barbara) revolucionó el imaginario occidental y convirtió a esa pequeña empresa familiar en una de las multinacionales más poderosas del planeta. En poco tiempo, pasaron de fabricar instrumentos musicales de juguete a moldear el verosímil social de varias generaciones de mujeres, vendiendo la promesa de emancipación que el machismo imperante necesitaba para mantenerse en el poder. En cada época, después de consolidar la vigencia de los principales mandatos sociales del momento, Barbie supo surfear la ola del cambio cultural para capitalizar las demandas que parecían jaquearla definitivamente. Se modificó cada vez que le fue imperioso hacerlo, logrando así mantener su perpetua condición de modelo aspiracional.


Con mirada cínica y humorística, Greta Gerwig (Lady Bird, Mujercitas) tomó a este controvertido icono pop para moldear cinematográficamente el amor y el odio que convergen sobre esta matriz ideológica, entronizada como cliché conservador de la identidad femenina. En Barbie, expone de manera crítica esa imposible perfección estética y moral, superficial y glamorosa, capaz de cambiar de etnia, imagen y profesión, pero imposibilitada de mudar su sexualidad acentuada y ausente, vaciada de deseo y cualquier tipo de pulsión erótica. Desde ese lugar, aborda de manera profunda y divertida los efectos de la cultura patriarcal sobre las psiquis de mujeres y hombres (lo que hace con Ken me parece sencillamente brillante). Y lo logra, además, construyendo una auténtica y tangible artificialidad, deudora del arte pop y el espíritu visual de los viejos musicales yanquis.


Obviamente, al tratarse de un film de Barbie y de Mattel, no se puede matar a la gallina de los huevos de oro. Y la verdad es que Gerwig sortea la situación con altura e inteligencia. Separando la esencia de la marca, logra dividir las aguas entre la intención creativa y la voracidad capitalista. Del lado independiente, diverso e inclusivo del mostrador, se lavan los pecados promoviendo el fortalecimiento de la autoestima y el libre albedrío de la mujer. Y del lado demoníaco, se acumulan las culpas sobre ese rol impuesto con la violencia simbólica de la belleza hegemónica y el consumo alienante. Pero, ¿puede desvincularse de manera tan tajante la idea original de su explotación comercial posterior? La película dice que sí. Yo no estoy tan seguro.
Fernando Ariel García

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