miércoles, 22 de junio de 2022

PEQUEÑA FLOR: MÉNAGE À TROIS SANGRIENTA Y SURREALISTA

Pequeña flor - Petite fleur. Director: Santiago Mitre. Protagonistas: Daniel Hendler, Vimala Pons, Melvil Poupaud, Sergi López y Françoise Lebrun, entre otros. Participación especial de Hervé Vilard. Guionistas: Santiago Mitre y Mariano Llinás, basado en la novela Pequeña flor (2015) de Iosi Havilio. Historietista: Mathieu Burniat. Francia / Argentina / España / Bélgica, 2022. Maneki Films / La Unión de los Ríos / Panache Productions / La Compagnie Cinématographique / Setembro Cine / Logical Pictures / Auvergne-Rhône-Alpes Cinéma / Proximus. Estreno en la Argentina: 23 de junio de 2022.


José (Daniel Hendler) es un historietista argentino radicado en Francia. Ha tenido su momento de gloria, pero ahora está desempleado. No domina el idioma, vive en un barrio chato de una ciudad muy poco atractiva; y todo eso empieza a repercutir en su relación amorosa con Lucie (Vimala Pons), su pareja francesa con la que acaba de tener una hija. El fracaso, la angustia, la envidia y los celos, son algunos de los factores que comienzan a perfilar la crisis de pareja que crece como bola de nieve. Y cuando todo empieza a rodar barranca abajo, José parece encontrar en el jazz (la delicada y deliciosa Petite fleur de Sydney Bachet) y el asesinato ritual, truculento y repetido de su vecino dandy (Melvil Poupaud), que no se resiste a morir pero se empecina en resucitar de manera misteriosa, el camino que le permita salvar su matrimonio.


Basada en la novela homónima de Iosi Havilio, esta Pequeña flor de Santiago Mitre es, sobre todas las cosas, una historia de amor entrañable y algo desesperada. Contada, minuciosa y obsesivamente, bajo el paraguas narrativo de la comedia urbana tan fantástica como surrealista. Salpicada (¿de sangre?, por supuesto) del humor negro, la atmósfera onírica y las búsquedas existencialistas que definieron al Teatro del Absurdo. Elementos que le permiten crear una rigurosa lógica propia desde las márgenes del sinsentido, cuestionando algunos comportamientos sociales y determinados lugares comunes que se han venido entronizando como verdades inamovibles.


Un gran acierto del film es no perder el tiempo intentando explicar lo inexplicable, centrándose directamente en los beneficios que redundan de la concreción de los sueños y las expectativas que cargan los personajes. En ese sentido, el “trío” que arman Hendler, Pons y Poupaud (más alguna cosita que agrega Sergi López) funciona como metáfora gore y surrealista de la nueva rutina que debe construir una pareja que debuta en la paternidad; y de las herramientas y los mecanismos que validan para mantener vigentes la intimidad, la atracción y el deseo.

Uno de los dibujos de Mathieu Burniat que pueden verse en el film

Para el rubro comiquero, las historietas y dibujos que se ven durante todo el metraje del film, fueron realizados por el belga Mathieu Burniat, interesantísimo representante de la nueva camada francobelga, dueño de un universo estético que merece ser descubierto. Y si sos fanático del pop francés más sesentero, la versión rockstar de Hervé Vilard interpretando su himno, Capri cést fini, garpa toda la película.
Fernando Ariel García

No hay comentarios:

Publicar un comentario