domingo, 12 de junio de 2022

DOG - UN VIAJE SALVAJE: MILITARISTA ROAD-MOVIE QUE DABA PARA MÁS

Dog - Un viaje salvaje. Directores: Channing Tatum y Reid Carolin. Protagonistas: Channing Tatum, Kevin Nash, Bill Burr, Ethan Suplee y las perras pastoras belgas Britta, Zuza y Lana. Guionistas: Reid Carolin, sobre una historia de Reid Carolin y Brett Rodriguez. Metro-Goldwyn-Mayer / Free Association / FilmNation Entertainment. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: 23 de junio de 2022.


En 2017, Channing Tatum produjo el documental War Dog: A Soldier’s Best Friend, para la cadena HBO. El film, dirigido por Reid Carolin, abordaba la relación de hermandad que se gestaba entre los soldados humanos y caninos destinados en Afganistán, durante la época de combate y la vida civil posterior. Un año después, Tatum hizo un largo viaje en auto con su perra Lulu, sabiendo que ese sería el último tiempo que pasaría junto con su amada pitbull, enferma terminal de cáncer.


Sedimentando ambas experiencias, en 2019 Tatum y Carolin se abocaron al film Dog - Un viaje salvaje (Dog a secas, en el original inglés), que por las consabidas razones pandémicas, vio demorado su estreno comercial hasta este año. Inscripta en el género de la comedia dramática, la película busca elaborar, en algo más de una hora y media, los traumas que provoca la guerra en los hombres y los animales que la protagonizan, la elaboración del luto y los valores emocionales y terapéuticos que desencadena la amistad entre el ser humano y los perros. Ejes que aparecen durante el metraje, aunque no siempre logren encadenarse narrativa y discursivamente.


Tatum es un ex ranger del Ejército de los EE.UU., aquejado por el estrés post-traumático de su experiencia personal en el frente de combate. Buscando reinsertarse de alguna manera en el mundo laboral aledaño a las bases militares, tendrá que hacerse cargo de cruzar medio territorio de su país para que la perra soldado Lulu pueda estar presente en el entierro de su anterior dueño. Lulu, que se ha vuelto muy agresiva a causa de su entrenamiento y accionar en Afganistán, deberá ser sacrificada luego de la ceremonia.


Así, aquello que arrancó como una amarga reflexión sobre el costo emocional y la deshumanización de la guerra, las dificultades para reencauzarse dentro de la cotidianeidad después de semejante situación límite; y un interesante intento por deconstruir la islamofobia y el arcaico machismo tóxico que caracterizó a las Fuerzas Armadas (no sólo) yanquis, termina reconvertido en una estereotipada aventura de una típica y binaria pareja despareja. Una película militarista, alejada del canon adrenalínico impuesto por el cine de acción, que reivindica la cultura castrense, los usos y costumbres con que los miembros de cada escuadrón buscan dotar de algún sentido a sus vidas.
Fernando Ariel García

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