miércoles, 9 de febrero de 2022

ASESINATO EN EL EXPRESO DE ORIENTE: ATRACTIVOS SIN SORPRESA

Asesinato en el Expreso de Oriente. Director: Kenneth Branagh. Protagonistas: Kenneth Branagh (Hercule Poirot), Tom Bateman (Bouc), Penélope Cruz, Willem Dafoe, Judi Dench, Johnny Depp, Josh Gad, Derek Jacobi, Leslie Odom Jr., Michelle Pfeiffer y Daisy Ridley, entre otros. Guionista: Michael Green, basado en la novela homónima (1934) de Agatha Christie. Tema musical de cierre: Never Forget, compuesto por Kenneth Branagh (letra) y Patrick Doyle (música) e interpretado por Michelle Pfeiffer. Productores: Ridley Scott y Kenneth Branagh, entre otros. Kinberg Genre / The Mark Gordon Company / Scott Free Productions. Reino Unido / EE.UU., 2017. Estreno en la Argentina: 9 de noviembre de 2017.


Tarea encomiable, difícil y necesaria (al menos para mí), la que encaró Kenneth Branagh. Recuperar a Hercule Poirot para el cine de alto presupuesto, a eso me refiero. La creación de Agatha Christie es una de las figuras más importantes que nos ha legado la ficción policial, ubicada codo a codo con Sherlock Holmes. Y se ha tomado el trabajo (con buenos resultados, a mi modo de ver) de actualizarlo sin traicionarlo.


Poirot es el vanidoso egocéntrico obsesivo-compulsivo que uno aprendió a querer. Sigue siendo el detallista hipermemorioso que recuerdo de las novelas. Tiene su mente preclara, por supuesto. Y su bigote, bastante más prominente que el del original, me parece. Pero acorde con los tiempos que corren, se muestra como un hombre más vulnerable, emocionalmente frágil. Su demonio interno, emparentado con un amor perdido del que se habla poco y se explica menos, es el que intenta mediar entre su cerebro y su corazón. De ahí que, quiero suponer, elija venderse como una especie de showman policial, tan pendiente de los resultados de su investigación como de la teatralidad de la puesta en escena de esos resultados. Y le sume al inusual protagonista deductivo que es, algunos condimentos del moderno héroe de acción que (creo) no era.


Si Asesinato en el Expreso de Oriente (Murder on the Orient Express) tiene una situación imposible de resolver, esa es lo conocido de su trama y su asombrosa vuelta de tuerca final. Por lo menos para mí, que leí el libro y vi (un par de veces) la fenomenal película de 1974, la misma que Branagh toma como norte, al menos en lo que hace a superproducción cinematográfica y reparto multiestelar. Entonces, como la propuesta 2017 pasa por respetar el nudo argumental y ser fiel al original, modificando algunas cosillas por acá y otras por allá, el resultado es un film sumamente atractivo para mis ojos y mi ánimo, pero completamente previsible y conocido por mi memoria. O sea, cero sorpresa. Lo más antiPoirot que pueda imaginar.


Al no innovar en el qué, Asesinato… tiene que romperla en el cómo. Y ahí está muy bien. Sabe mantener el interés, incluye discusiones abstractas sobre la naturaleza humana; y concretas sobre el racismo, la fe y las dicotomías Bien-Mal y Ley-Justicia. Y genera una química entre actores y personajes, que logra sostener el andamiaje narrativo por dónde debe descarrilar el tren, sin llevarse puesto al espectáculo.
Fernando Ariel García

1 comentario:

  1. La he visto, tomando la precaución de olvidar lo que sabía. Por menciones en otras ficciones, en análisis del género policial.
    Y me ha gustado. Hay destacadas actuaciones de ese notable elenco, que permite conectar con las emociones, las motivaciones de los personajes.

    Saludos.

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