La Sabiduría. Director: Eduardo Pinto. Protagonistas: Sofía Gala Castiglione, Daniel Fanego, Analía Couceyro, Paloma Contreras, Lautaro Delgado Tymruk, Diego Cremonesi, Luis Ziembrowski, Pablo Pinto. Participación especial de Leonor Manso y Juan Palomino. Guion: Diego Andrés Fleischer, María Eugenia Marazzi y Eduardo Pinto. No Problem cine / Eusebia en la Higuera. Argentina, 2019. Estreno en la Argentina: 12 de diciembre de 2019.
En la Italia de posguerra, una de las colecciones de literatura popular más consumida era Il Giallo Mondadori, dedicada exclusivamente a las novelas de enigma. Tan grande fue su penetración cultural que la sociedad pasó a denominar giallo (amarillo) al género policial. Con este antecedente, a partir de los años ‘60, el término sirvió para acuñar la identidad cinematográfica de todo thriller que supiera combinar el suspenso con el terror psicológico, los crímenes violentos, alguna dosis de explotación sexual y un toque de misterio sobrenatural.
No sé si la intención de Eduardo Pinto fue la de hacer un giallo local, pero después de ver (y pensar y repensar) La Sabiduría, no encuentro otra forma mejor para definir el efecto intelectual y emotivo que me produjo la película. Visualmente impactante, dueña de una elegancia siniestra que incomoda desde el primer minuto, con una densidad envolvente que nos lleva de las narices hasta el último sótano de ese infierno personal, social e histórico que habita en la perdida soledad de la llanura pampeana.
De manera formal y figurada, La Sabiduría aprovecha las riquezas que encuentra en el entramado fronterizo. Entre la ciudad y el campo, la tradición y la modernidad, el mundo blanco y la cosmovisión indígena que aparecen signados y contaminados por el mito del malón. Además, logra plantarse con firmeza en el terreno indefinido de la vigilia, esa zona que deambula entre lo concreto y lo inasible, lo real y lo onírico, ampliando nuestras capacidades de recepción cognoscitiva para percibir el abanico completo de sensaciones que cabe en las experiencias alucinadas de los protagonistas.
Apoyada en soberbias actuaciones de Sofía Gala Castiglione, Daniel Fanego y Analía Couceyro, al frente de un elenco que se saca chispas, La Sabiduría aborda desde un costado ficcional muy poco transitado por nuestro cine, una de las transformaciones epocales que nos atraviesa con más fuerza: El feminismo. Y al hacerlo desde las entrañas de un género que naturalizaba ciertas expresiones de la violencia contra las mujeres, provoca el debate desde la misma resignificación simbólica. Lástima que para enarbolar este planteo haya caído en la cosificación malévola del hombre, pintando a todos los personajes masculinos como seres oscuros, abyectos e irredimibles. Una película tan bella e inteligente no necesitaba echar amarras en ese lugar común.
Fernando Ariel García
No hay comentarios:
Publicar un comentario