Una
batalla tras otra.
Director: Paul
Thomas Anderson. Protagonistas:
Leonardo
DiCaprio, Sean Penn, Benicio del Toro, Regina Hall, Teyana Taylor,
Chase Inifiniti, Alana Haim, Wood Harris, Tony Goldwyn, Shayna
McHayle, Starletta DuPois, D.W. Moffett, Paul Grimstad, Kevin Tighe,
Jim Downey, John Hoogenakker, Eric Schweig y Jena Malone. Guionista:
Paul Thomas Anderson. Inspirado en la novela Vineland (1990), de
Thomas Pynchon. Ghoulardi Film Company. EE.UU., 2025. Estreno en la
Argentina: 25 de septiembre de 2025.
No
sé si llegará a ser la mejor película del siglo, como se animó a
definirla Steven Spielberg, pero todos (estoy seguro) sentirán estar
frente a un peliculón insoslayable cuando vean Una batalla tras otra
(One Battle After Another), el nuevo opus creativo del siempre
brillante e inclasificable Paul Thomas Anderson, que aquí vuelve a
cumplir y dignificar.
Thriller
político sobre la estigmatización y persecución migratoria que
muestra orgullosa la administración Trump, película de acción
donde abundan los tiroteos y las persecuciones automovilísticas,
comedia absurda brutalmente enclavada en la coyuntura social, western
clásico con duelos al sol en medio del desierto, reflexión sobre el
efecto del paso del tiempo en los ideales revolucionarios setentistas
y las nuevas formas de militar las resistencias, emotiva búsqueda de
la naturaleza íntima de la paternidad. Todo ello (y un par de cosas
más), hilvanadas con asombrosa naturalidad y empatía total con los
explotados por el sistema.
El
envolvente ejercicio de narrativa visual pone de relieve, siempre, la
verdadera cara del (viejísimo) nuevo orden que las autocracias
luchan por imponer en los discursos y en los hechos. Desde el
registro satírico, Thomas Anderson lo ambienta en la frontera entre
los EE.UU. y México, pero esas protestas multitudinarias están
hermanadas con las manifestaciones de migrantes en la Florida, las
movilizaciones de trabajadores en París, las marchas de jubilados,
universitarios y familiares de discapacitados en Buenos Aires.
Alrededor
de los personajes de DiCaprio y Sean Penn, Una batalla tras otra
escenifica el cotidiano presente apocalíptico que atosiga a la
humanidad toda e impactará de manera contundente sobre las
generaciones por venir. Quedan claros los mecanismos opresores de los
supremacistas y los dispositivos igualitarios de la gente solidaria.
Y también el rol de los medios masivos de comunicación. Hay que
aprender a mirar más allá de las pantallas, porque la revolución
no será transmitida.
Fernando
Ariel García

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