(Información de prensa) Un viaje que cambiará tu vida. Camino a La Paz (2015), road movie protagonizada por Rodrigo de la Serna y Ernesto Suárez, se estrenará en la Argentina el próximo 7 de enero (sí, hubo cambios).
El filme de Francisco Varone nos lleva en un viaje de más de 3 mil kilómetros, desde Buenos Aires hasta La Paz, en Bolivia.
El filme de Francisco Varone nos lleva en un viaje de más de 3 mil kilómetros, desde Buenos Aires hasta La Paz, en Bolivia.
Sebastián es un joven cuyas mayores pasiones son la banda Vox Dei y su viejo Peugeot 505. Recién casado con Jazmín y necesitado de dinero comienzo a trabajar como remisero.
Entre los pasajeros está Jalil, un anciano musulmán que lo llama asiduamente y una mañana le hace una curiosa propuesta: Le pagará una importante suma de dinero para que lo lleve en auto desde Buenos Aires hasta La Paz, en Bolivia.
A desgano y con muchas dudas, Sebastián acepta el viaje, planeado al detalle por el anciano.
El extenso trayecto está signado por discusiones constantes entre ambos, iniciadas en su mayor parte por Sebas, quien se irrita cada vez que Jalil come dentro del coche, escucha música árabe o le pide hacer un alto para rezar.
Pero hay algo en esa convivencia forzosa que termina por vencer la mutua resistencia y los convierte en íntimos compañeros de ruta.
Casi nada resulta como fue planeado. Sin embargo, ese periplo que Sebas inició como un encargo tedioso se convierte en una misión. La travesía, que para el joven será una especie de éxodo de sí mismo, tendrá el efecto liberador de la redención, como un viaje iniciático.
Para Francisco Varone, “Camino a La Paz es un relato sobre el encuentro de dos personas antagónicas, dos culturas y dos modos de ser y estar en el mundo. Una oportunidad para el aprendizaje recíproco. Un viaje de Buenos Aires a La Paz une a dos hombres que se hallan en momentos diferentes: Jalil, casi al final de su vida, atraviesa más de 3 mil kilómetros para cumplir un sueño, mientras que Sebas está un poco desorientado y busca darle sentido a su existencia. Este excepcional itinerario los pone a prueba, los confronta y revela su fortaleza.
La película, una road movie que lleva desde el confort de la gran ciudad a lo impredecible de la ruta, es un particular diario de viaje –un recorrido material y otro interior- en el que el drama y el humor alcanzan un balance perfecto. ¿Puede un viaje cambiar la vida de una persona? Ya lo creo. Para hacer el rodaje, nos trasladamos por tierra, desde Buenos Aires hasta La Paz, con todo el equipo. Nos lanzamos a la ruta sin saber si iba a llover o si íbamos a encontrar las locaciones elegidas. Muchos pensaron que era una locura pero yo quería que el filme se embebiera del espíritu de esa travesía real. Viéndolo a distancia considero que no me equivoqué, en las escenas finales de la película se aprecian las marcas de ese periplo en los rostros de los protagonistas. Si bien el relato es fiel al guión, el verdadero resultado del recorrido está en los actores. Ese es el valor de la historia. Veo hoy Camino a La Paz y puedo decir que es fiel a mi concepción del mundo".
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