martes, 7 de enero de 2014

LOS SÁBADOS SON COMO UN GRAN GLOBO ROJO: EL MUNDO CON OJOS DE HIJO

Los sábados son como un gran globo rojo. Autor: Liniers. Portada: Liniers. Diseño: Françoise Mouly y Liniers. Adaptación de diseño para la edición argentina: Magdalena Okecki. Directora Editorial: Françoise Mouly. 48 páginas a todo color. La Editorial Común. ISBN: 978-987-29389-4-9. Argentina, octubre de 2013.

Una pelota en el pie. Una toalla como capa. Un libro que nunca termina y siempre está empezando. Las horas de caminata junto con mi abuelo, de Anchorena 1165 hasta la Plaza Once y de la Plaza Once hasta Anchorena 1165. Su voz áspera y cariñosa de gallego acostumbrado a trabajar como un burro. Los caramelos ácidos de limón que nos convidábamos cada vez que encontrábamos algo nuevo en el mismo camino de siempre. Uno por cuadra, uno por risa. Cuando era chico, los sábados representaban la medida de la aventura posible para mis expectativas. La capacidad de ver el mundo a través de los ojos de un adulto. 


El último ensayo antes de grabar la pieza teatral que Radio Municipal iba a emitir la noche del lunes siguiente. La adrenalina de la luz roja que se enciende antes del primer parlamento. La red de seguridad de los compañeros, el permiso para hacer las piruetas más arriesgadas sabiendo que no voy a caer. La promesa de una noche amanecida entre karaokes, sangría ácida y alguna que otra mirada cómplice. Cuando era adolescente, los sábados representaban el ejercicio responsable de mi libertad. La capacidad de ver el mundo a través de los ojos de un rufián, de un héroe, de un muerto, de un traidor, de un payaso fracasado, de un amante pasajero, de la última escoria, de Dios.


Despertarme al lado de mi esposa y de mi hija, sin tener que salir corriendo a cumplir con las obligaciones. El desayuno compartido, en la cama. Comprobar que esa beba que supo ser se está haciendo nena. Sorprenderme con los pensamientos que hoy es capaz de formular aunque ayer no podía, con el sabor del viento en la cara al hamacarla, con las formas que toman las nubes cuando su voz las nombra, con sus primeras letras, con su sana anarquía a la hora de distribuir los colores en el espacio. Siendo padre, mis sábados representan el asombro constante del descubrimiento. La capacidad de mirar con ojos nuevos las mismas cosas y los mismos lugares de siempre.


Siempre me gustaron los sábados. Y ahora, me gustan todavía más. Son como un día de clases hecho sólo de recreos, o un día de vacaciones que empieza el viernes a la noche y termina el domingo a la tarde. Por eso disfruté tanto al leer con mi hija este milagro que Liniers encontró observando a sus hijas antes de pintarlo con tintas, acuarelas y gotas de lluvia. Publicado en septiembre en los EE.UU. en inglés y en castellano (The Big Wet Balloon / El globo grande y mojado) por Toon Books, la editorial de Art Maus Spiegelman y su esposa Françoise Mouly, Los sábados son como un gran globo rojo es dulce, tierno, intimista, mínimo y absoluto. Está lleno de poesía inocente y aprendizajes fantásticos. Como la vida. Como el mundo visto por los ojos de un niño. Pero no de un niño cualquiera. De un hijo, que era algo inexplicable antes de este libro.
Fernando Ariel García

1 comentario: