Suele pasar en el mundo en el cómic. Para algunos, la muerte es sólo un estado transitorio en la vida; y por eso, tal vez, se la pasan volviendo. Parecería ser el caso de Rorschach, el personaje más carismático del universo Watchmen creado por Alan Moore y Dave Gibbons, protagonista de su propia maxiserie a cargo de Tom King y Jorge Fornes, que DC Comics publicará a partir de octubre.
"Han pasado 35 años desde que Ozymandias fue expuesto por dejar caer un calamar gigante telepático en la ciudad de Nueva York, matar a miles y poner fin a la confianza del público en los héroes -adelanta la gacetilla de prensa de DC Comics-. Los Minutemen se han ido y sólo su memoria perdura entre la gente. En especial, la del infame Rorschach, convertido en un ícono cultural desde que el Dr. Manhattan lo convirtiera en polvo".
Pero ¿qué pasa cuando Rorschach reaparece como parte de un grupo de asesinos que intenta matar al primer candidato opositor que, después de décadas, amenaza con ganarle las elecciones al presidente Robert Redford?
Asumiéndose como parte de la continuidad establecida por el cómic original y la serie de TV de HBO, Rorschach desandará el camino temporal de la saga para revelar las verdaderas identidades e intenciones de estos futuros posibles asesinos. Echando luz sobre conspiraciones, invasiones alienígenas, visiones místicas y un puñado de historietas.
"Es una obra eminentemente política, cuya materia prima es la bronca -aseguró King-. Ahora, estamos todos muy enojados; y tenemos que hacer algo con toda esa ira. El cómic se llama Rorschach no por el personaje, sino porque aquello que veas en esos personajes hablará más de ti que de ellos".
Hay que recordar que Rorschach lleva ese nombre en referencia al famoso test de psicodiagnóstico creado por Hermann Rorschach en 1921, basado en la evaluación de la personalidad mediante el análisis de una serie de manchas de tinta de características ambiguas y desestructuradas. Las mismas manchas que Rorschach tiene en su máscara.
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