domingo, 15 de diciembre de 2013

MEMORIAS DE JORGE ÁLVAREZ: PEQUEÑAS AVENTURILLAS DE UN GRAN EDITOR

Memorias. Autor: Jorge Álvarez. Portada: Rep. 192 páginas en blanco y negro. Libros del Zorzal. ISBN: 978-987-59930-1-3. Argentina, julio de 2013.

Uno de mis grandes errores fue el haber abandonado la carrera de Técnico en Edición. Todavía estoy a tiempo de retomarla; y hasta de terminarla, pero sé (en mi fuero más íntimo) que ya no será lo mismo. Y no será lo mismo porque, sin intención de desmerecer a quiénes estén hoy al frente de las diferentes cátedras, la mayor parte de los profesores que tuve en aquel año y medio inicial de la carrera, en la Facultad de Filosofía y Letras, ya no está. Y si bien un alto porcentaje de ellos carecía de las mínimas cualidades pedagógicas que debería tener cualquier docente digno de responsabilidades educativas, todos ellos cargaban en su haber muchos (muchísimos) años del ejercicio de la profesión de editor. Y compensaban (con creces) cualquier falencia académica gracias a ese plus inagotable (e impagable para quienes estábamos hambrientos por conocer) que deja la capitalización de aciertos y errores que llamamos experiencia. Algo que sabían compartir profusamente a quienes estuviéramos interesados.

Jorge Álvarez Editor prestaba mucha importancia al diseño de las portadas, emparentadas con las búsquedas gráficas de las vanguardias de la época, como puede verse en estos ejemplos: Happenings (con textos de Oscar Masotta y Marta Minujín, entre otros) y Un kilo de oro, de Rodolfo Walsh

La lectura de estas imprescindibles Memorias de Jorge Álvarez me llevaron de nuevo a esos años de aprendizaje raudo y febril, algo inconexo, vital por tratarse de cuerpos teóricos surgidos y modelados desde las aplicaciones prácticas de este oficio capaz de equiparar vocación y profesión. Y es que Álvarez, además de ser un protagonista intenso y privilegiado de la historia cultural argentina del siglo XX, a la que ayudó a definir y despegar, supo ser librero, editor y productor musical cuyo influjo se encuentra presente en las mejores experiencias de los más interesantes emprendimientos culturales que todavía se aventuran en la Argentina. Siguiendo los cánones contemporáneos, Álvarez debería ser definido como gestor cultural, pero prefiero (y elijo) llamarlo editor porque tuvo la capacidad (y estuvo a la altura de sus capacidades) de transformar el tiempo histórico, social y político que le tocó atravesar, respondiendo a las urgencias intelectuales que flotaban en el aire con creaciones artísticas capaces de dar respuestas a las complejas necesidades sociales del momento. Que es lo que a mí me gustaría ser y hacer.

Primera edición del primer libro de Copi editado en la Argentina

En sintonía con la intensidad cultural de una ciudad como Buenos Aires, Álvarez acompañó los pasos decisivos de David Viñas, Rodolfo Walsh, Ricardo Piglia, Oscar Masotta, Quino (suya fue la idea de recopilar Mafalda en pequeños libros apaisados), Juan José Saer, Rogelio García Lupo, Pirí Lugones, Manuel Puig y Copi (el primero de sus libros publicado en la Argentina, Los pollos no tienen sillas, le pertenece), entre muchos otros. Todos conformaron parte del catálogo del sello Jorge Álvarez Editor, ejemplo de coherencia y compromiso con la real razón de ser de una editorial: Generar pensamiento crítico. Y cómo si esto no alcanzara, desde los sellos discográficos Mandioca, Talent y Music Hall, ayudó a generar la identidad del rock nacional, interactuando con Manal, Miguel Abuelo, Moris, Tanguito, Vox Dei, Almendra, Billy Bond y Sui Generis, sin contar su participación definitoria en la España de los años ’80 para lograr que la Movida Madrileña fuera lo que fue.

Dos de los discos compilatorios más conocidos de Mandioca, sello fundado por Jorge Álvarez: Pidamos peras a Mandioca y Mandioca Underground

Elogio de la inquietud creativa, este libro desanda algunos vericuetos del detrás de escena de la escena cultural local de los ’60 y los ‘70, frente de una revolución truncada por la fuerza y el espanto. En pequeños y generosos capítulos (“aventurillas” como las llama el autor), habitados por figuras del calibre de Juan Domingo Perón, Luis Alberto Spinetta, Jean Paul Sartre y Fidel Castro, ejemplos puntuales de una larga lista, Álvarez va iluminando los principios que sustentaron su criterio a la hora de ejercer su magisterio para nada pontificio. Sin el peso de la nostalgia, con respeto por el pasado y una mirada esperanzadora hacia el futuro, Memorias es una verdadera clase abierta dictada por un verdadero Maestro. Uno de mis grandes errores fue el haber abandonado la carrera de Técnico en Edición, pero este curso avanzado lo seguí hasta el final. Ojalá que sigan las clases. 
Fernando Ariel García

De regalo:
Jorge Álvarez revolucionó la forma de publicitar y presentar los libros que editaba, haciendo de esas instancias netamente promocionales sendas acciones artísticas hoy vinculadas con la instalación y la exhibición artísitica. Aquí abajo, una vieja publicidad gráfica de la editorial que, lo cierto sea dicho, de vieja no tiene nada.

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