Vacaciones de invierno, vacaciones de infierno. Tengo una hija de
cuatro años con el cerebro comido por las Princesas Disney. Razón de más para
haber estado recorriendo salas teatrales (grandes y chicas) en busca de
¿nuevas? versiones de cenicientas, sirenitas y bellas durmientes varias. Si
hasta me fumé (con todo el decoro del caso) el Disney On Ice donde se mezclan,
juntos y revueltos, los personajes históricos del Tío Walt y los de la factoría
Pixar, que es Disney pero no. Ya lo he dicho antes y lo repito ahora. Desde lo
creativo, tanto Disney como Pixar mantienen un apabullante nivel cualitativo,
superior a cualquier esfuerzo marketinero que se haga (y se hace) para
imponerlos en el gusto global de grandes y chicos. Mi reticencia hacia el
universo Disney viene por el costado ideológico, demasiado conservador en los
valores que defiende. Pixar, aún siendo Disney, había logrado mantenerse al
margen de esos parámetros, respetando los niveles de sensiblería impuestos por
la maquinaria, pero alejándose de las máximas moralizantes tan caras a la
cofradía Mickey.
Fui a ver Valiente (Brave, 2012) con muchas expectativas. Ya había
visto en DVD la versión Disney de Rapunzel (Enredados), con la sorpresa ante la
bienvenida refrescada ideológica que significó el replanteo identitario de la
figura de la princesa, ahora poseedora de un carácter fuerte y enérgico a la
hora de tomar decisiones que impliquen cambios sustanciales para su vida al
enfrentarse con los mandatos familiares. Cómo no tener, entonces, un importante
grado de ansiedad ante la primera princesa creada por Pixar para el canon real
disneyano, en una historia centrada en la relación madre-hija, con las
tensiones existentes entre la rebeldía adolescente y lo tradicionalmente
establecido como telón de fondo. La transición (dolorosa, insegura) entre el
mundo adolescente y el mundo adulto, en el mundo mágico del medioevo celta,
habitado por el relato mitificado de las costumbres y las formas, talladas de
generación en generación con carácter inamovible.
Todo esto está en Valiente; y está en el corazón de su trama. Mérida, la princesa protagonista, se planta ante la avasallante carga tradicional que representa su madre, la reina. Reniega del futuro que le preparan con pelos y señales, lucha por ser quién quiere ser en un entorno donde esperan que sea otra. Las elecciones (¿buenas o malas?) terminarán desatando el conflicto que redefinirá la relación madre-hija. Hasta aquí, la película crece sin parar. La masculinidad aparece expuesta de una manera lineal y básica, pero se acepta sin problemas en una trama que presta mucha más atención a la construcción de los recovecos psicológicos femeninos. De una belleza formal deslumbrante, la narración combina acción, aventuras, misterio y humor en dosis equilibradas. Se vuelve pretenciosa, oscura y violenta, con una estética bastante más sombría que lo acostumbrado; y se pregunta si el amor filial alcanza para justificarlo todo. Y de repente, la Bestia que había estado agazapada desde el inicio del metraje, sale de las sombras y se come la película con un par de dentelladas de innecesaria corrección política. La moraleja que hace de Valiente una buena película Disney pero una fallida película de Pixar.
Por suerte está La luna, el corto animado de Enrico Casarosa que antecede al filme. Simple, conciso, directo, emotivo sin golpes bajos. Un canto a la inocencia y la imaginación. Tiene magia, algo que Valiente (a pesar de su ambientación fantástica) resignó para someterse al peso de la tradición Disney.
Fernando Ariel García
Valiente. Directores: Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell (sí, el creadordel cómic Sam & Max). Protagonistas
(versión original): Kelly Macdonald (Merida), Emma Thompson (Reina Elinor),
Billy Connolly (Rey Fergus), Julie Walters (Bruja), Robbie Coltrane (Lord
Dingwall), Craig Ferguson (Lord Macintosh), Kevin McKidd (Lord MacGuffin) y
Steve Purcell (el cuervo), entre otros. Protagonistas (versión traducida): Hiromi Hayakawa
(Merida), Talía Marcela (Reina Elinor), José Lavat (Rey Fergus), Ángela
Villanueva (Bruja), Alan Tacher (Lord Dingwall), Favio Posca (Lord Macintosh),
Mario Filio (Lord MacGuffin) y Héctor Lee Vargas (el cuervo), entre otros. Guionistas: Brenda
Chapman, Mark Andrews, Steve Purcell e Irene Mecchi. Disney/Pixar. EE.UU., 2012.
Valiente. Directores: Mark Andrews, Brenda Chapman y Steve Purcell (sí, el creador
¡Conmovedora! En lo personal no voy a negarlo es muy agradable pero para mí no es una de las mejores películas que Disney ha sacado sin embargo logra entretener bastante bien, la historia es común pero los peculiares personajes hacen que la trama funcione bastante bien.
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