martes, 31 de mayo de 2011

BATMAN INCORPORATED Nº 3-5: DOCTRINA BATMAN

“América para los americanos”.
Es la frase que sintetiza a la denominada Doctrina Monroe, entendiendo (por supuesto) que los americanos dueños de la América son los norteamericanos, mucho más americanos (al parecer) que el resto de los americanos. La Doctrina debe su nombre a James Monroe, quinto presidente de los EE.UU. que, según los registros históricos, habría pronunciado la famosa frase durante uno de sus discursos de 1823 ante el Congreso. Al parecer, el ideólogo más importante de una de las patas fundamentales de la política exterior estadounidense fue, en realidad, John Quincey Adams, diplomático y ex presidente que vio en los procesos imperialistas y colonialistas europeos de la época, un peligro para el proceso imperialista y colonialista de los EE.UU. en territorio americano. Han pasado muchos años desde aquel lejano 1823. El mundo es un lugar mucho más pequeño e interconectado que en ese entonces; y los Estados soberanos han venido delegando (con mayor o menor convencimiento) sus obligaciones indelegables en las manos invisibles del mercado. La “América” de la Doctrina Monroe es hoy el mundo entero; y sus americanos, en realidad, los grandes capitales concentrados.


El Gaucho, ladero argentino de Batman


Estoy en Italia, enterándome de los pormenores de la operación militar estadounidense en Pakistán que culminó con el asesinato de Osama Bin Laden, mientras termino de leer el tercer capítulo del episodio argentino de Batman Incorporated. Y no puedo sacarme de la cabeza el reformateo de la posdatada Doctrina Monroe. Puede tratarse de una visión intencionada y hasta reduccionista; y tal vez lo sea. Pero no puedo (no quiero) evitarla. Batman Incorporated trabaja la instalación de un nuevo status quo en el universo superheroico de Batman. Para quienes no siguen las aventuras mensuales del Hombre Murciélago, alcanza con que sepan que, hace unos años, a Batman lo dieron por muerto. Obviamente, no lo estaba. Andaba perdido por distintos tiempos y le costó una miniserie entera el volver al presente. Al llegar, aprovechando la coyuntura existente, en donde varios personajes habían luchado para ver quién se ponía la capucha, Bruno Díaz decidió que Batman, además de la representación de su misión en el mundo, era una marca que debía ser explotada globalmente. Y formó esta multinacional superheroica en la cual hay más de un Batman habilitado para actuar por encima de las soberanías nacionales. Si la lucha contra el terrorismo justifica la intromisión estadounidense en cualquier parte del mundo, la lucha contra el crimen le da a Batman la excusa necesaria para cargarse todo el andamiaje del Derecho internacional, cooptando a los superhéroes locales y supeditándolos a su discurso único, sostenido en el Destino Manifiesto que ve en las virtudes de las instituciones y los ciudadanos de los EE.UU. a los responsables de la misión divina de rehacer el mundo a su imagen y semejanza.


La botella de cerveza Quilmes (primera viñeta), elemento local netamente utilitario


Batman Incorporated cumple con los requisitos de la corrección política. Hay batmanes japoneses, ingleses, franceses y hasta africanos. El argentino se llama El Guacho y, más que gaucho, parece la fusión entre la imagen estereotipada del machote mexicano y el motoquero gay de Village People. La acción transcurre entre Buenos Aires y las Islas Malvinas (flashback bélico de 1982 incluido), se habla en castellano y se baila el tango como se lo baila en Hollywood. Hay referencias a Federico García Lorca (¿?), a Jorge Luis Borges y a un escritor imaginario creado por el Grupo Florida. Se puede ver una botella de la cerveza Quilmes y dos alusiones a la saga de El Eternauta, que deben ser incomprensibles para el lector norteamericano medio. Y queda algo de tiempo para bromear con los cinco presidentes que tuvimos en los convulsionados diez días finales del 2001.



Dos menciones a El Eternauta: El graffiti El odio cósmico (arriba) y la mención a la nevada y el viajero del tiempo (abajo)


Todo cuestión de forma. El contenido promueve la reproducción de los paradigmas norteamericanos, travestidos con nombres, ropajes y colores pretendidamente latinos. No hay relación de paridad entre los personajes; y queda claro que nunca la habrá. Porque Batman es superior a cualquiera de los batmanes locales, que son denominados así, “batmanes”, a pesar de tener nombres propios que los identifican y definen. El Gaucho podrá discutir (y hasta airadamente) con Batman, pero está sometido a los deseos y designios del Detective Encapotado. Porque es “natural” que así sea. Como si estuviéramos frente a un determinante biológico y no ideológico.


Bruno Díaz y Tristessa (sic) bailan el Tango de la Muerte


La saga sigue en otros números, pero no importa mucho. Es más de lo mismo: “América para los americanos”.
Fernando Ariel García




Batman Incorporated Nº 3 a 5. Guiones: Grant Morrison. Dibujos: Yanick Paquette, Pere Perez y Chris Burnham. Tintas: Michel Lacombe y Pere Perez. Color: Nathan Fairbairn. Portadas: J.H. Willimas (regulares) y Yanick Paquette (alternativas). Editor: Mike Marts. 32 páginas a todo color. DC Comics. ISSN: 7-61941-29661-6. EE.UU., marzo a mayo de 2011.

2 comentarios:

  1. Es lo peor que leí de Morrison, por lejos. Un mamarracho bastante flojo. Abrazo!

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  2. Sí, hace bastante que Morrison ya no es el Morrison que supo ser.Abrazos.

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