lunes, 30 de diciembre de 2024

EL MISTERIO DE SALEM’S LOT: ENTRE LA RENOVACIÓN Y EL CONSERVADURISMO

El misterio de Salem’s Lot. Director: Gary Dauberman. Protagonistas: Lewis Pullman, Makenzie Leigh, Alfre Woodard, John Benjamin Hickey, Bill Camp, Jordan Preston Carter, Nicholas Crovetti, Spencer Treat Clark, William Sadler, Pilou Asbæk, Alezander Ward, Debra Christofferson, Cade Woodward, Joseph Marrella y Derek Mears, entre otros. Guionista: Gary Dauberman. Basado en la novela Salem’s Lot (1975), de Stephen King. New Line Cinema / Atomic Monster / Vertigo Entertainment / Wolper Organization. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Max desde el 3 de octubre de 2024.


Lo mejor que tiene esta tercera versión audiovisual del incombustible clásico de Stephen King, es que intenta ser respetuosa del libro original. No en el encadenamiento de hechos trascendentales ni en el destino final de sus protagonistas; y mucho menos con las cuestiones de raza y género que tanto cambiaron desde aquel lejano 1975 en que se publicó la novela. Queda claro después de ver la película (y antes también, si quisimos leer alguna de las declaraciones del director, Gary Dauberman) que la búsqueda vino por resaltar la esencia traumático-terrorífica del relato y su atmósfera pueblerina y setentista, cambiando la efectividad literaria por una narrativa inscripta en los cánones modernos del género.



A mi gusto, esa apuesta le salió bastante bien. No hay truculencias gratuitas ni desbordantes baños de sangre, sino climas opresivos, estética retro que parece de vanguardia, mucha intranquilidad y ritmo justo. El clímax, ambientado en un viejo autocine, me pareció de un formidable in crescendo dramático e impactante belleza formal. Y funciona a la perfección en este nuevo patrón de aggiornado clasisismo. En este punto, no entiendo por qué, ciñéndose al espíritu del libro y habiéndose despegado de la impronta visual de la miniserie dirigida por Tob Hooper en 1979, Dauberman “copió” las dos marcas identitarias por excelencia de aquella primera adaptación: El look nosferatunesco del Conde Kurt Barlow; y la secuencia del chico vampiro entrando por la ventana.


Entre la renovación y el conservadursimo sin sentido, El misterio de Salem’s Lot (‘Salem’s Lot) termina achatando y estandarizando la mayor parte de sus logros. Esa indefinición cala demasiado hondo, ralentizando algunos momentos y diluyendo varios de sus impactos. Por eso puede llegar a cansar al espectador que la vea de corrido y, al mismo tiempo, atrapar a aquel que se enganche con fragmentos puntuales. Me animaría a decir que esta irresuelta contradicción fue la verdadera razón por la cual el estreno del film se postergó durante dos años, más allá de los efectos que pudieron haber provocado la pandemia, la huelga de guionistas hollywoodenses y la reestructuración empresarial del conglomerado Warner Bros. - Discovery.


Como en el texto de King, hay un trasfondo crítico que sólo verá aquel que quiera verlo, ya que no existen verbalizaciones de las problemáticas ni explícitas bajadas de línea. Pero la denuncia del sistema capitalista dice presente. Y la descripción de los efectos políticos, económicos y culturales sobre las poblaciones, también. Junto con los cambios de paradigmas que deshumanizan la vida en sociedad y facilitan cierta decadencia moral. Lo monstruoso, obviamente, no está en las fauces del vampiro.
Fernando Ariel García

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