El
misterio de Salem’s Lot.
Director:
Gary Dauberman. Protagonistas: Lewis Pullman, Makenzie Leigh, Alfre
Woodard, John Benjamin Hickey, Bill Camp, Jordan Preston Carter,
Nicholas Crovetti, Spencer Treat Clark, William Sadler, Pilou Asbæk,
Alezander Ward, Debra Christofferson, Cade Woodward, Joseph Marrella
y Derek Mears, entre otros. Guionista: Gary Dauberman. Basado en la
novela Salem’s Lot (1975), de Stephen King. New Line Cinema /
Atomic Monster / Vertigo Entertainment / Wolper Organization. EE.UU.,
2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Max desde el 3 de
octubre de 2024.
Lo
mejor que tiene esta tercera versión audiovisual del incombustible
clásico de Stephen King, es que intenta ser respetuosa del libro
original. No en el encadenamiento de hechos trascendentales ni en el
destino final de sus protagonistas; y mucho menos con las cuestiones
de raza y género que tanto cambiaron desde aquel lejano 1975 en que se
publicó la novela. Queda claro después de ver la película (y antes
también, si quisimos leer alguna de las declaraciones del director,
Gary Dauberman) que la búsqueda vino por resaltar la esencia
traumático-terrorífica del relato y su atmósfera pueblerina y
setentista, cambiando la efectividad literaria por una narrativa
inscripta en los cánones modernos del género.
A
mi gusto, esa apuesta le salió bastante bien. No hay truculencias
gratuitas ni desbordantes baños de sangre, sino climas opresivos,
estética retro que parece de vanguardia, mucha intranquilidad y
ritmo justo. El clímax, ambientado en un viejo autocine, me pareció
de un formidable in crescendo dramático e impactante belleza formal.
Y funciona a la perfección en este nuevo patrón de aggiornado
clasisismo. En este punto, no entiendo por qué, ciñéndose al
espíritu del libro y habiéndose despegado de la impronta visual de
la miniserie dirigida por Tob Hooper en 1979, Dauberman “copió”
las dos marcas identitarias por excelencia de aquella primera
adaptación: El look nosferatunesco del Conde Kurt Barlow; y la
secuencia del chico vampiro entrando por la ventana.
Entre
la renovación y el conservadursimo sin sentido, El misterio de Salem’s Lot (‘Salem’s Lot) termina achatando y estandarizando
la mayor parte de sus logros. Esa indefinición cala demasiado hondo,
ralentizando algunos momentos y diluyendo varios de sus impactos. Por
eso puede llegar a cansar al espectador que la vea de corrido y, al
mismo tiempo, atrapar a aquel que se enganche con fragmentos
puntuales. Me animaría a decir que esta irresuelta contradicción
fue la verdadera razón por la cual el estreno del film se postergó
durante dos años, más allá de los efectos que pudieron haber
provocado la pandemia, la huelga de guionistas hollywoodenses y la
reestructuración empresarial del conglomerado Warner Bros. -
Discovery.
Como
en el texto de King, hay un trasfondo crítico que sólo verá aquel
que quiera verlo, ya que no existen verbalizaciones de las
problemáticas ni explícitas bajadas de línea. Pero la denuncia del
sistema capitalista dice presente. Y la descripción de los efectos
políticos, económicos y culturales sobre las poblaciones, también.
Junto con los cambios de paradigmas que deshumanizan la vida en
sociedad y facilitan cierta decadencia moral. Lo monstruoso,
obviamente, no está en las fauces del vampiro.
Fernando
Ariel García
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