viernes, 24 de noviembre de 2023

EL PROBLEMA FINAL: ELEMENTAL, MI QUERIDO DON ARTURO

El problema final. Autor: Arturo Pérez-Reverte. Portada: Riki Blanco. Argentina, septiembre de 2023.


Utakos. Pequeño, idílico e imaginario islote griego, bañado por las aguas del Jónico y enclavado frente a Corfú. Corre junio de 1960, la segunda Guerra Mundial es historia pasada pero reciente; y en el único hotel victoriano del lugar, nueve huéspedes deberán compartir forzosamente sus estadías. Un violento temporal azota esas costas, haciendo imposible la navegación desde y hacia la isla. Un contratiempo menor, teniendo en cuenta que el aparente suicidio de una turista transformará todo en un clásico policial de cuarto cerrado, que sólo podrá resolver la sagaz mente del detective más famoso del mundo: Sherlock Holmes.

Watson y Holmes, vistos por Sidney Paget para The Strand Magazine, en diciembre de 1892

El principal inconveniente es que Holmes sigue siendo una criatura de ficción en esta realidad que nos construye Arturo-Pérez Reverte. Pero en su lugar nos entrega a Hopalong Basil, el actor que definió el imaginario visual del personaje de Arthur Conan Doyle en una inolvidable serie de películas irradiadas desde el corazón del Hollywood de oro. Alcohólico en recuperación, Basil interpretará al detective privado por una última vez, intentando aplicar la inteligencia, el razonamiento deductivo y el poder de observación que no son suyos, para resolver el misterio que él ha decidido hacer suyo. Y para eso contará con la ayuda de su propio Watson, el español Paco Foxá, escritor de populares novelas de bolsillo y excelso conocedor del universo holmesiano.

Basil Rathbone, definitivo Sherlock Holmes cinematográfico

Como todo buen policial, El problema final (título del cuento en que Conan Doyle mata a Holmes, dicho sea de paso) cumple con su función más importante: Atrapar al lector desde la primera hasta la última página, ocultando cada prueba que muestra hasta iluminarlo todo con una magistral voltereta postrera. Y como toda obra de Pérez-Reverte, su relato se lee como adictiva narración de raíz folletinesca; y se devora como exquisita metanarración literaria de Holmes, Gaston Leroux y Agatha Christie, intervenida por las novelitas de kiosco de Editorial Bruguera y el cine norteamericano de los ‘40 y ‘50, rindiendo especial homenaje a Basil Rathbone, el actor británico que sí definió la imagen audiovisual del inquilino del 222 de Baker Street.

Novela policial de bolsillo de Editorial Bruguera, 
parte del cóctel metanarrativo de El problema final

Además, el libro funciona como un exhaustivo y dinámico ensayo sobre la novela policial, desde sus orígenes deductivos hasta su vertiente negra, donde el componente social cobra mayor peso específico que la resolución del enigma. Yendo más allá de las variantes genéricas, expone las estructuras argumentativas que se utilizan para invisibilizar lo visible y manipular la percepción, mediante una batería de herramientas intelectuales que el escritor aprende a dominar con el ejercicio del oficio. Porque lo que plantea Pérez-Reverte no es una batalla entre el Bien y el Mal, sino una partida de ajedrez entre autor y lector. Duelo que el académico español gana abiertamente, firmando una novela de Sherlock Holmes sin Sherlock Holmes. O, mejor dicho, una gran novela de Sherlock Holmes con el mejor Sherlock Holmes. Elemental, mi querido Don Arturo.
Fernando Ariel García

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