martes, 13 de junio de 2023

THE FLASH: PRECUELA RÁPIDA Y FURIOSA

The Flash. The Fastest Man Alive Nº 1 a 3. Guionista: Kenny Porter. Dibujantes: Ricardo López Ortiz, Juan Ferreyra, Jason Howard. Coloristas: Rómulo Fajardo Jr., Juan Ferreyra, Jason Howard. Letrista: Steve Ward. Portadistas: Max Fiumara, Sebastián Fiumara, Jason Howard (regular), Andy Muschietti y Danny Miki, Juan Ferreyra, Jorge Corona y Sarah Stern, Ricardo López Ortiz, Scott Kolins (alternativas). Editor: Andrew Marino. DC Comics. EE.UU., noviembre de 2022 a enero de 2023.


Creo haberlo dicho antes. El cómic precuela a la película de superhéroes del momento ya forma parte del paquete comercial que acompaña el estreno cinematográfico. En medio del marasmo que aglutina juguetes, muñecos, remeras, cajitas felices y el resto del acostumbrado merchandising, se cuela siempre la miniserie en formato historieta que juega a revelar aquellas cosas que al film le resultan intrascendentes desde el punto de vista narrativo.

Ricardo López Ortiz

Los tres números de The Flash. The Fastest Man Alive no escapan a la norma general. Están pensados para cubrir el bache que va de Liga de la Justicia al Flash de Andy y Bárbara Muschietti que este jueves llega a las pantallas argentinas; y en ese sentido cumplen con las necesidades del mercado y las expectativas (muchas o pocas, da igual) que puedan albergar los fanáticos del Universo Extendido de DC (UEDC). Básicamente, se trata de explicitar los cambios más que obvios que el Corredor Escarlata muestra al inicio de su propio film, apuntando al espectador que no tenga ganas de inferir esos detalles que en nada modificarán su experiencia ante el largometraje.

Juan Ferreyra

La resiliencia del Barry Allen encarnado por Ezra Miller, pareciera ser el centro emocional de las tres aventuras autoconclusivas que conforman la saga. Tienen en común el enfrentamiento del superhéroe con un supervillano originario del mundo del cómic (Girder, Tar Pit y El Trompo), que le servirán de disparadores para ir ganando confianza, aprender a correr más rápido y a dominar su capacidad para vibrar a través de los objetos sólidos. Y mientras la ciudad lo adopta como paladín famoso, aceptado y querido, iremos viendo como crece y se instala el drama personal que justificará el leitmotiv de la película: El asesinato de su madre y la necesidad de probar la inocencia de su padre, injustamente culpado por el crimen y encarcelado como consecuencia.

Jason Howard

En lo que remite estrictamente al film, además de establecer motivaciones y justificar elecciones, la precuela explica de dónde vienen los nuevos trajes de Flash y el Batman de Ben Affleck, la personal relación que los une (de amistad, pero también de maestro y discípulo) y el clásico anillo con el símbolo del rayo. Por último, lo instala como científico en el laboratorio criminal del Departamento de Policía de Ciudad Central, junto con sus colegas Patty Spivot y Albert Desmond (¿futuro Doctor Alquimia en una posible secuela?), bajo el mando del Dr. Singh.

Ilustración para la portada alternativa del primer número, a cargo de Andy Muschietti y Danny Miki

Fragmentado, sin transiciones, el guion se pega como chicle a una fórmula básica y estándar, cursi y remanida. Se las arregla para mantener el ardid publicitario de base, pero no le alcanza para involucrar a ningún lector que busque el valor de una buena historia. Avanza rápido y se mueve de manera furiosa, apelando a estilos gráficos diversos (del manga al decorativismo tosco, pasando por el realismo estilizado de Juan Ferreyra, lo mejor de la serie), incapaz de cohesionar un lenguaje visual que defina su propia identidad o, al menos, exhiba algún nexo iconográfico con el UEDC. Innecesaria y aburrida, no le hace ningún favor a la película.
Fernando Ariel García

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