lunes, 27 de agosto de 2012

TINKER BELL Y EL SECRETO DE LAS HADAS: LA MALA EDUCACIÓN

Creo haberlo dicho. Tengo una hija de cuatro años con el cerebro comido por las Princesas Disney. Y estoy seguro de haber omitido que la pequeñita en cuestión también tiene los cuatro lóbulos cooptados por las Hadas Disney, que viene a ser lo mismo salvo que aquí sí hay una figura netamente predominante por sobre las otras: Campanita (me niego a llamarla Tinker Bell). Al año de aparecer en el clásico animado Peter Pan (1953), Campanita quedó instalada como una especie de icono institucional de los Estudios Disney, acompañando infinidad de avances cinematográficos y comerciales varios. Se ve que el Tío Walt veía en la pequeña hadita a la embajadora ideal de la “Magia Disney”, síntesis mercadotécnica que emparenta la empresa del castillo con los valores familiares del ideario popular más conservador.


Campanita formó parte de la franquicia Princesas Disney hasta que a una mente iluminada se le ocurrió, en 2005, extirparla para desarrollarle un universo propio con el que seguir facturando. Las Hadas Disney debutaron en forma de libros, después ganaron revistas y todo el merchandising imaginable hasta que, en 2007, accedieron a la primera película animada de una larga serie que se encuentra en plena expansión. Allí quedó establecido que Campanita es la mejor hada artesana de la Hondonada de las Hadas, un mundo dentro de Nunca Jamás en donde la sociedad está dividida de acuerdo con las características naturales de los personajes y su entorno. Una organización netamente verticalista donde el poder nunca se discute. O bien se lo pone en tela de juicio sólo para reafirmar sus condiciones de dominio.


Quinta entrega de la saga, Tinker Bell y el secreto de las hadas (Secret of the Wings, 2012) sigue a rajatabla la tónica impuesta por las anteriores aventuras. La exploración del mundo de las hadas llevará a Campanita hasta el Reino del Invierno, donde descubrirá que tiene una hermana, Periwinkle. La travesía, por supuesto, habrá sido hecha sin el consentimiento de la Reina Clarion, lo cual terminará poniendo al mundo de las hadas al borde de la destrucción. Destrucción que será evitada por Campanita y Periwinkle, brindando una lección de corrección política que expiará las culpas, servirá de aprendizaje, revelará el secreto de las alas que anuncia el título en inglés; y dejará a todos contentos y felices sin haber modificado notoriamente el status quo estructural. Continuando la estrategia Disney de despliegue corporativo territorialmente sectorizado, Tinker Bell y el secreto de las hadas llegó a la Argentina (y a toda América Latina) a los cines 3D, complicando un poco más el acceso de las producciones locales a las salas. En los EE.UU., en cambio, el filme no será estrenado comercialmente, sino que saldrá en venta directa el próximo 23 de octubre en cuatro formatos: DVD, Blue-ray, Blue-ray 3D y descarga online paga.



Película sectorizada hacia los chicos de entre 3 y 8 años, El secreto de las hadas no busca divertir a los padres, sino entretener y formar a los niños. Y no encuentro problema en ello. No puedo decir lo mismo de los contenidos que vehiculiza, sobre todo si se la pone en continuidad con los otros filmes de la saga. Esta aventura de Tinker Bell termina de desvirtuar a la Campanita original, aquella celosa, malhumorada y vengativa hadita que James Matthew Barrie creara para la obra teatral Peter Pan en 1904. Domesticada al punto de volverse irreconocible, Campanita aparece aquí ensalzada como modelo a seguir por las niñas que devoren sus aventuras. Un poco rebelde al principio, sí, pero sumisa al final. Consciente de los problemas que puede causar al romper las tradiciones, animándose a hacer aquello que le estaba prohibido. Debidamente adoctrinada para dar el paso al mundo adulto, aceptándolo todo sin ningún tipo de cuestionamientos. O sea, apta para la reproducción del sistema preexistente.
Corregir ese rumbo, claro, es tarea paterna.
Fernando Ariel García


Tinker Bell y el secreto de las hadas. Directores: Peggy Holmes y Roberts Gannaway. Protagonistas (versión original): Mae Whitman (Tinker Bell), Lucy Hale (Periwinkle), Anjelica Huston (Reina Clarion), Timothy Dalton (Lord Milori) y Lucy Liu (Silver Mist), entre otros. Protagonistas (versión traducida): Chrystine Bird (Tinker Bell), María Inés Guerra (Periwinkle), Gabriela Michel (Reina Clarion) y Mireya Mendoza (Silver Mist), entre otros. Guionistas: Peggy Holmes, Roberts Gannaway, Tom Rogers y Ryan Rowe. Disney. EE.UU., 2012.

2 comentarios:

  1. Pues a mi me parece genial la saga que han creado con las hadas, la encuentro bastante educativa y sana para los niños de hoy, teniendo en cuenta la enorme cantidad de basura que hay en la televisión. Tu crítica me da a un aire a que te cuesta adaptarte a esta nueva Campanita, y que te quedaste pegado con Peter Pan. Claro, de seguro esa película fue parte de tu juventud o infancia! Por eso te sientes fiel a ella! Pero eso no significa que lo nuevo sea malo, a veces, incluso puede llegar a ser mejor. En mi sincera opinión, cuando yo era niña y veía Peter Pan realmente no me agradaba ni Wendy ni Campanita, puesto que la primera representaba a la típica mujer de la época machista, y la segunda era terriblemente enojona, además de comportarse demasiado adulta para una película de niños. Tal ves no estés de acuerdo conmigo, tal ves sí; lo importante aquí es que no tiene por qué verse todo tan agriamente en la vida, que esto lo hicieron por dinero, que aquello....lo importante es aprovechar lo bueno y enseñarselo a las futuras generaciones.

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  2. Xibira: No estoy de acuerdo contigo, y está bien que se pueda disentir. No soy (ni me creo) el dueño de la verdad, sólo expongo mis opiniones y trato de justificarlas con los argumentos que me son válidos. No veo con ojos agrios la saga de Campanita (y mucho menos a la vida), sino que trato de analizarla desde una postura crítica que no pretende asumirse como discurso único. Gracias por escribir.

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