martes, 12 de diciembre de 2017

STAR WARS: LOS ÚLTIMOS JEDI: EL FIN DE LO VIEJO, EL PRINCIPIO DE LO NUEVO

Star Wars - Episodio VIII: Los últimos Jedi. Director: Rian Johnson. Protagonistas: Mark Hamill (Luke Skywalker), Carrie Fisher (General Leia Organa), Daisy Ridley (Rey), Adam Driver (Kylo Ren), Oscar Isaac (Poe Dameron), John Boyega (Finn), Kelly Marie Tran (Rose Tico), Benicio del Toro (DJ), Peter Mayhew y Joonas Suotamo (Chewbacca), Anthony Daniels (C-3PO), Jimmy Vee (R2-D2), Frank Oz (Yoda), Gwendoline Christie (Capitán Phasma), Andy Serkis (Líder Supremo Snoke), Tim Rose (Almirante Ackbar), Laura Dern (Vicealmirante Amilyn Holdo), Lupita Nyong'o (Maz Kanata) y Domhnall Gleeson (General Hux), entre otros. Guión: Rian Johnson, basado en personajes y situaciones creadas por George Lucas. Música: John Williams. Productor Ejecutivo: J.J. Abrams. LucasFilm. EE.UU., 2017. Estreno en la Argentina: 14 de diciembre de 2017. 




No vamos a spoilerar nada. Como segunda parte de una trilogía, Star Wars: Los últimos Jedi (Star Wars: The Last Jedi) responde todas las preguntas que estaban dando vuelta por ahí, con la misma contundencia con que abre las que deberá contestar el Episodio IX de acá a dos años. En distintos momentos del largo metraje, se correrán los velos sobre (entre otras cosas) el exilio de Luke, el linaje de Rey, el destino de los Jedi y la historia personal de Leia, ahora que Carrie Fisher está muerta y LucasFilm anunció que no la incorporará como personaje generado por computadora en el próximo filme. 


Drama y diversión. Acción y melodrama. Luz y sombra. Los últimos Jedi honra el legado de una de las franquicias más importantes del entretenimiento global; y lo hace aprovechando al máximo el núcleo existencial de la saga: El conflicto. Externo e interno. Entre el Imperio y la República. Entre el apego a la Historia y la construcción del futuro. Entre los personajes y dentro de cada personaje. Entre los miembros de una misma familia, en situación de jaque al tener que optar por el deber o la venganza. 


Como nunca antes, me parece, una película de La Guerra de las Galaxias es una película de guerra. Y la guerra se muestra aquí en todos los frentes: la estrategia bélica y su matriz económico-financiera. La carga ideológica y la decisión política. La camaradería colectiva y la decisión individual. La exigencia física y su contracara complementaria, el desgaste psicológico. Y la ambigüedad que late entremedio, por supuesto. 


Gran parte del juego gramatical que propone el título original en inglés, que permite lecturas en singular y plural sobre el último o los últimos Jedi, se ha perdido en el título en castellano. Una pena, porque esa incerteza crece desde la misma trama, manipulada por la cantidad (y calidad) de cruces que se anima a arriesgar en los caminos paralelos y convergentes del héroe y el villano, sin resolver quién es quién ni cuándo llegará o dejará de serlo. Una dinámica tortuosa que pone a prueba a los personajes y la empatía que saben generar en el espectador. 


Transición es la palabra. La que define a una película que se hace fuerte en el pasaje de generación en generación, de la infancia a la adultez, de la persona al mito, de la leyenda al ideario de una sociedad que necesita aire fresco. Juego de espejos deformados con los clichés ya establecidos por la primera trilogía (segunda, si nos atenemos al discurso argumental), impregnado de un melancólico clima crepuscular que la muerte de Carrie Fisher aporta como valor extrafílmico en cada una de sus secuencias. 


Formalmente, la justa combinación entre una estética de belleza minimalista, casi zen, con una épica de tensión maximalista, preanuncio del fin de un ciclo que la saga aprendió a renovar moviendo delicadamente las piezas y, cuando hace falta, pateando el tablero. Bordeando el límite, quedando siempre a punto de estallar. Hasta que estalla. Y cómo. 


El fin de lo viejo también implica el principio de lo nuevo. Star Wars: Los últimos Jedi no es la película que esperaban los fanáticos. Es más. Y mejor, mucho mejor. El eslabón más poderoso, firme y definitivo de esta nueva cadena de tres. Que la Fuerza acompañe al Episodio IX si es que pretende ganarle la partida. No sé si podrá. 
Fernando Ariel García 

Links 
Star Wars Nº 1 (Dark Horse)

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