martes, 11 de junio de 2024

VENOM. CARNAGE LIBERADO: ANACRÓNICA SOBREDOSIS DE TESTOSTERONA

Venom: Carnage liberado. Director: Andy Serkis. Protagonistas: Tom Hardy (Eddie Brock / Venom), Woody Harrelson (Cletus Kasady / Carnage), Naomie Harris (Frances Barrison / Shriek), Michelle Williams (Anne Weying), Reid Scott (Dan Lewis), Stephen Graham (Patrick Mulligan) y Peggy Lu (Sra. Chen). Participación especial de Tom Holland (Peter Parker / Spider-Man) y J.K. Simmons (J. Jonah Jameson), en escenas de archivo. Guionista: Kelly Marcel, sobre una idea de Tom Hardy y Kelly Marcel. Basado en personajes y situaciones creadas por David Michelinie, Todd McFarlane, Mark Bagley, Tom DeFalco, Ron Lim, Peter Milligan y Clayton Crain, entre otros, para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Marvel Entertainment / Arad Productions / Matt Tolmach Productions / Pascal Pictures. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina: 7 de octubre de 2021.


Si la primera Venom resultaba chata y previsible, aburrida y sin gracia, tonta y gratuitamente violenta, esta secuela es igual de chata y previsible, aburrida y sin gracia, tonta y gratuitamente violenta. Pero al ser aún más descerebrada que la anterior, Venom: Carnage liberado (Venom: Let There Be Carnage) termina siendo (mucho ) más intragable. Para mí, al menos.


Duplicar simbiontes no es una buena idea. Ni para la trama ni para el espectador. Todo bien con Tom Hardy y Woody Harrelson, le ponen el cuerpo a una película sin alma, sin gracia y sin otro sentido que el comercial, pero a esta tercera entrega del Universo Arácnido de Sony no la salva ni el innegable carisma actoral ni la química existente entre los antagonistas negro y rojo.


El problema más grande parece estar en la perspectiva desde donde se abordó el material original. No era ningún dechado de virtudes, es cierto, pero esa exhibición de machismo ultramontano guardaba relación con el clima noventero en que estos personajes ultracebados y unidimensionales fueron concebidos. Esa misma sobredosis de testosterona, hoy, no sólo queda fuera de registro por anacrónica, sino que resulta una degradada muestra de mal gusto.


Por último, la escena post-créditos resulta de una vileza y crueldad innecesaria para los fanáticos. La promesa de fusión con el Universo Cinematográfico de Marvel (vía la incorporación del Trepamuros en imágenes de archivo de Spider-Man: Lejos de casa) estimulaba algo mucho más épico y grandilocuente que el chiste pedorro que remató la escena post-créditos de Spider-Man: Sin camino a casa. Así... no (diría Mirtha), porque realmente eso no se hace. Ahora me toca fumarme Morbius.
Fernando Ariel García

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