jueves, 5 de marzo de 2020

UNIDOS: OPACO JUEGO DE ROL SUBURBANO

Unidos. Director: Dan Scanlon. Voces (en inglés): Tom Holland (Ian Lightfoot), Chris Pratt (Barley Lightfoot), Julia Louis-Dreyfus (Laurel Lightfoot), Octavia Spencer (Corey), Mel Rodriguez (Colt Bronco), Kyle Bornheimer (Wilden Lightfoot) y Grey Griffin (Dewdrop), entre otros. Voces (en castellano): Emilio Treviño (Ian Lightfoot), Carlo Vázquez Díaz (Barley Lightfoot), Gaby Cárdenas (Laurel Lightfoot) y Regina Orozco (Corey), entre otros. Participación especial de Cande Molfese (Althea) y Ruggero Pasquarelli (Gurge). Guion: Dan Scanlon, Jason Headley, Keith Bunin. Canción de cierre: Carried Me With You, interpretada por Brandi Carlile. Walt Disney Pictures / Pixar Animation Studios. EE.UU., 2020. Estreno en la Argentina: 5 de marzo de 2020. 

Imaginemos, por un momento, un mundo en donde los manuales de Dragones y Mazmorras no son antiguas guías para el clásico juego de rol, sino los verdaderos libros de historia de una civilización marcada por la omnipresencia de la magia y la convivencia entre los distintos seres mitológicos y fantásticos de nuestros cuentos de hadas. Imaginemos, por un momento, que un buen día la magia se retiró quién sabe a dónde, sobrepasada por los adelantos tecnológicos que permitieron alcanzar (casi) los mismos resultados, de manera inmediata y sin esfuerzo. 


No imaginemos más, porque lo que queda es el mundo de Unidos (Onward), la nueva película de Disney – Pixar, ambientada en los suburbios de una gran ciudad que cambió el polvo de hadas por los motores de combustión interna, los espacios abiertos y naturales por las moles de concreto y las planicies de asfalto, la adrenalina de la aventura por el virus del sedentarismo, la iniciativa personal por la repetición de una rutina tan cómoda como monótona. 


Y si la representación de este mundo es lo mejor que tiene para ofrecernos el film de Dan Scanlon, se debe (en gran parte) a que Unidos también resignó el riesgo creativo en favor de un excesivo apego a la fórmula que tan buenos resultados le viene dando a los estudios del Tío Walt y su lamparita saltarina. Historia de empoderamiento adolescente y resignificación de las verdaderas raíces familiares, la película pasa de la empatía sentimental para llegar a las lágrimas por el fácil camino del golpe bajo. Y a la hora de conmover al espectador con la historia de una relación trunca entre un padre y sus hijos, elige ir por los atajos más convencionales. 


Eso sí, emparentada como está con el universo simbólico de los juegos de rol, hay que reconocer que Disney y Pixar saben cómo tirar los dados y cuando bajar las cartas que hay que bajar. Ensamblada de manera sorprendente, Unidos domina y manipula las reglas de cada mano para ganar todas las partidas. Pero la trampa no reemplaza a la magia. No se hace una gran película con un mal chiste de Los Simpsons y cinco buenas coreografías robadas a Bernie Lomax. 
Fernando Ariel García

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