Por una
cuestión de edad, soy de los que contó con la desbordante imaginería pulp
durante mi proceso de educación como lector. No estuve ahí para disfrutar de
primera mano de los años dorados del género, dejando llevar mi ansiedad hacia
los puertos de la Aventura que prometían, principalmente, los libros de las
editoriales Molino y Tor (ver http://labitacorademaneco.blogspot.com.ar/2012/07/volver-los-diecisiete.html);
pero sí llegué a tiempo (¡y cómo!) para saquear las bateas de saldos,
abundantes a la hora de exhibir las diferentes aventuras de Tarzán, La Sombra,
Doc Savage, El Santo, El Llanero Solitario, El Zorro, Sexton Blake y otras
criaturas de ficción rápida y pasatista escritas a tanto por palabra. Para mi
adolescencia citadina con bastantes horas de ocio dedicadas al placer de la
lectura, el paraíso tenía la forma de un libro de bolsillo, con las tapas
ajadas y las hojas marrones; y olor a humedad.
Me gustan
los pulps. Aún hoy, cuando puedo, trato de hacerme un tiempito para releer algunos
de aquellos clásicos olvidables, siempre y cuando se trate de las ediciones
originales. La esencia pulp, al menos para mí, ya no pasa por el tipo de literatura
previsible y estereotipada, sino por la recuperación de aquella excitación
infantojuvenil ante los peligros maniqueistas, las hazañas genéricas y
desmesuradas de aquellos personajes superpoderosos y paternalistas, su
violencia (mayormente) descerebrada, su erotismo naif y su maravilloso sentido
de la explotación tópica; su narrativa eminentemente hormonal, apoyada en la acción
física y un concepto de intriga tan avasallante como increíble.
Masks, la
miniserie de ocho entregas con que Dynamite Entertainment busca cohesionar las
distintas licencias pulp que explota en este momento en formato cómic,
hace de esa esencia mítica su mayor fortaleza. Por un lado, al unir en un mismo
escenario a La Sombra, El Avispón Verde y Kato, El Zorro y El Araña (más El
Murciélago Negro, El Lama Verde, Terror Negro y Miss Furia, en números
venideros de acuerdo con los datos adelantados por la propia editorial) no hace
otra cosa que cumplir con el sueño del pibe. Del pibe que lee y de los pibes
que la hacen, si hemos de creer los comentarios volcados por los autores. Y, al
mismo tiempo, las disimiles características innatas de los personajes protagonistas
le permite abordar la tensión dialéctica entre la Ley y la Justicia tan cara al
pulp.
Apoyándose
en un relato original de las novelitas de El Araña, el guión pergreñado por
Chris Roberson nos mete de lleno en la ebullición de fines de los años ’30 en
Nueva York. En la Gran Manzana, la unión de criminales poderosos y políticos
corruptos ha florecido políticamente en el Partido de la Justicia, que al
llegar al Gobierno ha hecho de la tierra de los derechos y la libertad un
Estado fascista, represor y discriminador. Donde el ejercicio de la Ley se
vuelve naturalmente un acto de injusticia, restará entonces a los superhéroes unidos el
volcar las cartas en favor de los ciudadanos oprimidos.
El
facilismo simplista y reduccionista con que se enfoca la discusión
Fascismo-Democracia (o al menos, aquello que los EE.UU. entienden como Fascismo
y Democracia) también respeta la impronta de la ética pulp; y aquí es donde
Masks amenaza con convertirse en un gigante con pies de barro. Que este primer
número cuente con el aporte gráfico de Alex Ross (capaz de hacer interesante
hasta la más anodina historieta de Terminator), eleva las expectativas a
niveles que Dennis Calero (su reemplazante para el resto de la saga) deberá
esforzarse (mucho) por alcanzar.
El crédito de
Masks está abierto. Sólo resta esperar que el sueño del pibe no degenere en
otra pesadilla intragable.
Fernando Ariel García
Masks Nº 1 (de 8). Guión: Chris Roberson. Arte: Alex Ross. Portadas: Alex Ross, Jae Lee, Ardian Syaf, Francesco Francavilla, Aneke y Mel Joy San Juan, para un total de 29 tapas distintas, entre regulares y alternativas. ¿No será mucho? Editor: Joe Rybanat. 32 páginas a todo color. Dynamite Entertainment. ISSN: 725130197689 00111. EE.UU., noviembre de 2012.
Fernando Ariel García
Masks Nº 1 (de 8). Guión: Chris Roberson. Arte: Alex Ross. Portadas: Alex Ross, Jae Lee, Ardian Syaf, Francesco Francavilla, Aneke y Mel Joy San Juan, para un total de 29 tapas distintas, entre regulares y alternativas. ¿No será mucho? Editor: Joe Rybanat. 32 páginas a todo color. Dynamite Entertainment. ISSN: 725130197689 00111. EE.UU., noviembre de 2012.
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