viernes, 13 de septiembre de 2024

MADAME WEB: ATRAPADA EN LA RED

Madame Web. Directora: S.J. Clarkson. Protagonistas: Dakota Johnson (Cassandra Webb / Madame Web), Sidney Sweeney (Julia Cornwall / Spider-Woman), Isabela Merced (Anya Corazón / Araña), Celeste O’Connor (Mattie Franklin / Spider-Woman), Tahar Rahim (Ezekiel Sims) y Adam Scott (Ben Parker). Participación especial de Emma Roberts (Mary Parker). Guionistas: Matt Sazama, Burk Sharpless, Claire Parker y S.J. Clarkson, sobre una idea original de Kerem Sanga, Matt Sazama y Burk Sharpless. Basado en personajes y situaciones creadas por Denny O’Neil, John Romita Jr., Jim Shooter, Mike Zeck, Joe Quesada, Fiona Avery, Mark Brooks, John Byrne, Rafael Kayanan, J. Michael Straczynski, Stan Lee, Steve Ditko y Larry Lieber, entre otros, para los cómics de Marvel. Columbia Pictures / Di Bonaventura Pictures / Marvel Entertainment / TSG Entertainment. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: 15 de febrero de 2024.


No se puede hacer más chato. No se puede hacer más previsible. No se puede hacer más repetitivo. No se puede hacer más lento. No se puede hacer más aburrido. Dicho esto, me queda claro que el Universo Arácnido de Sony (en imagen real y sin la presencia de Spider-Man) no puede caer más bajo de lo que ha caído con esta esperpéntica Madame Web. Es cierto que todavía no vi Morbius y que Kraven espera fecha de estreno, pero quiero creer que ya llegamos al fondo del abismo. Por favor.


Entiendo que, por alguna cuestión contractual que me supera, acá haya que evitar las menciones directas al trepamuros más famoso de Marvel. Está bien, la película se encarga de comunicar, en lenguaje de señas, que ese bebé que viene al mundo es Peter Parker; y que ese Ben Parker que anda dando vueltas junto a la protagonista, está destinado a ser el Tío Ben que le enseñará al Hombre-Araña la responsabilidad que conlleva todo gran poder. Si eso queda claro, si ese código es rápidamente aceptado por el público espectador, ¿por qué la película no lo elabora argumentalmente?


Tal vez, porque se dedica a perder el tiempo siguiendo los pasos de Cassandra Webb, paramédica huérfana con capacidades premonitorias, a la que vemos tropezarse varias veces con la misma piedra, reaccionando en cada ocasión de idéntica manera. Razón por la cual en vez de estar viendo una película de superhéroes podríamos pensar que estamos presos de un loop satírico que intenta demostrar que Scorsese tiene razón al denostar al cine de superhéroes.


Para una aventura que cuenta el origen de cinco personajes con poderes arácnidos, el film sobreprivilegia la exposición de sus dilemas familiares, relegando a menos de cinco minutos en pantalla la presencia de las heroínas con sus coloridos uniformes. Es una pena que, al incorporar el legado de una civilización arcaica en comunión con místicos artrópodos de ocho patas, se quede sólo en la enunciación retroactiva de semejante información. Con tantas limitaciones de base, Madame Web sólo podía aspirar a una mecánica narrativa hueca, sobrepoblada de efectismos y lugares comunes. Eso sí lo hizo bien.
Fernando Ariel García