jueves, 15 de agosto de 2024

HARRY POTTER AND THE CURSED CHILD: LA MAGIA EXISTE

Harry Potter and the Cursed Child. Director: John Tiffany. Protagonistas: Steve Haggard (Harry Potter), Cara Ricketts (Hermione Granger), Daniel Fredrick (Ron Weasley), Angela Reed (Ginny Potter), Aaron Bartz (Draco Malfoy), Joel Meyers (Albus Potter), Erik Christopher Peterson (Scorpius Malfoy), Maya Jerome Thomas (Rose Granger-Weasley), Jane Bruce (Delphi Diggori) y Edward James Hyland (Amos Diggory / Albus Dumbledore), entre otros. Guionista: Jack Thorne, sobre una historia escrita por J.K. Rowling, Jack Thorne y John Tiffany. Basado en personajes y situaciones creadas por J.K. Rowling. Magia e ilusiones: Jamie Harrison. Música: Imogen Heap. Harry Potter Theatrical Productions. Reino Unido, 2016. Estreno en EE.UU.: 16 de marzo de 2018. Funciones: Lyric Theatre, de martes a domingos a las 19 hs.


Si no sos fanático de Harry Potter (como yo), si no leíste los libros ni viste ninguna de las películas basadas en la exitosa saga (como yo), no hay problema. Harry Potter and the Cursed Child te brinda toda la información necesaria para que entiendas cuándo y de qué va lo que pasa en escena. No sea cosa de que te pierdas entre los saltos temporales y los cambios multiversales por los que va a transcurrir la trama principal.


Si sos fanático de Harry Potter (como mi hija), si leíste los libros y viste todas las películas basadas en la exitosa saga, más de una vez (como el 99% de los presentes en el repleto Lyric Theatre de Times Square), la obra de teatro está pensada y ejecutada al milímetro para tu placer, asombro y felicidad. No vas a descubrir nada nuevo, pero vas a revalidar tu fanatismo con más pasión y entrega que antes.


Si estás pendiente de la cronología interna de la saga (como la pareja que estaba sentada al lado mío y no paraba de discutir las convergencias y divergencias con el material canónico), vas a tener por delante tres horas y media (sin contar el intervalo) llenas de desafíos. Casi veinte años después del último libro / film, ¿la vida del Harry Potter adulto se condice (o no) con los comportamientos anteriores? Los cambios raciales y/o de elección sexual en personajes clave, ¿suman o restan? Las modificaciones argumentales post-pandemia, ¿enriquecieron o empobrecieron el resultado final?


Si te gusta el teatro (como a mi), la noche terminará siendo una experiencia descojonante, al decir español. No tanto por el texto, sino por la puesta. Completamente inmersiva, toda la sala juega su rol en diferentes momentos, obligando al espectador a retirar la vista del escenario para seguir las distintas instancias de la acción. Pero son los efectos visuales los que se roban todo el protagonismo. Resueltos mediante técnicas físicas, mecánicas y proyecciones audiovisuales, lo más impactante corre por el asombroso carril del teatro negro, la acrobacia y la interacción de humanos y animatrónicos. Lo que se ve es tan intenso y está tanto (o más logrado) que el prodigio digital al que nos acostumbró el cine. Sin necesidad de suspender la credibilidad, Harry Potter and the Cursed Child demuestra que la magia existe. Y la comparte con su público.
Fernando Ariel García

lunes, 12 de agosto de 2024

YUKU Y LA FLOR DEL HIMALAYA: LA MUERTE COMO PARTE DE LA VIDA

Yuku y la flor del Himalaya. Director: Arnaud Demuynck y Rémi Durin. Voces (en francés): Lily Demuynck-Deydier (Yuku), Agnès Jaoui (la Zorra), Arno (la Rata), Tom November (El Lobo), Alice On The Roof (el Conejo), Igor Van Dessel (la Ardilla), Carine Seront (la Abuela), Thierry De Coster (el Gato), Maia Baran (Mamá Ratona), Martin Spinhayer (el Cuervo)Lou Durin, Manon Durin y Elisabeth Langlois-Bekaert (ratoncitos). Guionista: Arnaud Demuynck. Música: Alexandre Brouillard, David Rémy y Yan Volsy. Vivement lundi! / Nadasdy Film / Les Films du Nord / Artémis Productions / La Boîte... Productions. Bélgica / Francia / Suiza, 2022. Estreno en la Argentina: 11 de julio de 2024.


Olvídense del hiperrealismo al que nos tienen acostumbrados las producciones de Pixar, Disney o Illumination; y también de esa estética 3D que, con mejores o peores resultados, hemos visto en el cine de animación argentino, español, chino, ruso, francés o de cualquier otra nacionalidad. La delicada Yuku y la flor del Himalaya (Yuku et la fleur de l´Himalaya) propone estética y sensaciones distintas. Más que una película, lo que vamos a ver durante poco más de una hora es un libro ilustrado de gran tamaño, de esos que tanto nos gustan leerles a nuestros hijos, poco antes de apagar la luz para que duerman tranquilos.


El film es un cuento iniciático lleno de color, música y fantasía, con diseño elegante y refinado, expresado en cálidos tonos pasteles y una dinámica narrativa tan calma como serena. Se nota que está puntualmente dirigido a la platea más pequeña; y esto significa que, a ojos adolescentes y adultos, la estructura terminará sintiéndose demasiado cuadrada y reiterativa, con la presentación de un personaje o situación específica que desembocará, irremediablemente, en una canción alegre y bienintencionada al son del ukelele. Que, a veces, produce un rutinario efecto de cansancio que, de seguro, no estaba en los planes de los directores Arnaud Demuynck y Rémi Durin.


No sé si el tema y los destinatarios necesitaban este tipo de tratamiento, pero lo cierto es Yuku… abrazó esta opción y, por lo tanto, hay que evaluarla por lo que ofrece y no por aquello que podría haber sido. Apoyada en la tradición del relato oral, la película aborda el trámite del duelo infantil ante la partida de un ser querido, desdramatizando la idea de la muerte como hecho traumático y final, que también lo es. Entendiendo que el fin de la vida forma parte de la vida, trabaja la metáfora de la flor del título como camino de inclusión al descubrimiento y la pérdida, la alegría y la tristeza, el relevo y la memoria, la amistad y la solidaridad, la asunción del riesgo y el coraje necesarios para abrazar la despedida, sin enterrar la inocencia y el amor.
Fernando Ariel García

INTENSA MENTE 2: NEUROCIENCIAS ANIMADAS DE AYER Y HOY

Intensa Mente 2. Director: Kelsey Mann. Voces (en inglés): Amy Poehler (Alegría), Phyllis Smith (Tristeza), Lewis Black (Furia), Liza Lapira (Desagrado), Tony Hale (Temor), Maya Hawke (Ansiedad), Ayo Edebiri (Envidia), Adèle Exarchopoulos (Ennui), Paul Walter Hauser (Vergüenza), Kensington Tallman (Riley Andersen), Lilimar (Valentina “Val” Ortiz), Grace Lu (Grace Hsieh), Sumayyah Nuriddin-Green (Breonna “Bree” Young), Diane Lane (Jill Andersen), Kyle MacLaclan (Bill Andersen), Yvette Nicole Brown (entrenadora Roberts), Ron Funches (Bloofy), James Austin Johnson (Bolsi), Yong Yea (Lance Slashblade), Steve Purcell (Secreto Oscuro) y June Squibb (Nostalgia), entre otros. Voces (en castellano): Cristina Hernández (Alegría), Kerygma Flore (Tristeza), Jaime Vega (Furia), Erika Ugalde (Desagrado), Moisés Iván Mora (Temor), María José Guerrero (Ansiedad), Nycolle González (Envidia), Edurne Keel (Ennui), Luis Leonardo Suárez (Vergüenza), Pamela Mendoza (Riley Andersen), Zoe Ivanna Mora (Valentina “Val” Ortiz), Regina Ruiz Carrillo (Grace Hsieh), Danna Alcalá (Breonna “Bree” Young), Graciela Gámez (Jill Andersen), Moisés Palacios (Bill Andersen), Erica Edwards (entrenadora Roberts), Héctor Gómez Gil (Bloofy), Emmanuel Bernal (Bolsi), Alejandro Orozco Antúnez (Lance Slashblade), Ricardo Tejedo (Secreto Oscuro) y Diana Santos (Nostalgia), entre otros. Guionistas: Meg LeFauve y Dave Holstein, sobre una idea de Kelsey Mann y Meg LeFauve. Basado en personajes y situaciones creados por Pete Docter y Ronnie del Carmen para el film Intensa Mente (2015). Pixar Animation Studios. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: 13 de junio de 2024.


Hemos tenido que esperar casi una década para conocer Intensa Mente 2 (Inside Out 2) y el mismo lapso temporal ha pasado para todos los personajes de la entrañable saga animada que acompaña el creciente interés del público en la neurociencia. La que más sufre este paso del tiempo es Riley Andersen, aquella niña dominada por las emociones primarias que, ahora mismo, potencia su montaña rusa sensorial por estar atravesando el estado de contradicción permanente conocido como pubertad.


Sin alcanzar el nivel de la primera parte, la secuela mantiene el nivel técnico de su predecesora (algo obvio a esta altura del partido) y fusiona muy bien los tránsitos entre el drama y la comedia. Si bien el nudo argumental pasa por la lucha entre Alegría y la recién llegada Ansiedad por el dominio del estado anímico de Riley en el fin de su niñez, queda claro de entrada que el único resultado posible (y viable) para la psiquis adolescente es el acuerdo entre las partes y no la negación de cualquiera de ellas.


En ese sentido, el derrotero hacia el final cantado de antemano es vital. Y la película lo lleva de manera inteligente, sensible, empática y entretenida, poniendo en inmenso valor a emociones con mala prensa como Tristeza y Vergüenza, indispensables para mantener el precario equilibrio entre sentimientos, pensamientos y acciones. La negociación entre los intereses de la infancia y los atractivos del mundo adulto que empiezan a perfilarse frente a Riley serán bruscos, espasmódicos, injustificados y hasta violentamente dañinos, pero nadie dijo que atravesar tantos cambios estructurales, fisiológicos y funcionales (que de eso se trata crecer, no?) fuera una tarea sencilla e indolora. Para hijos y para padres por igual.


Tuve la suerte de ver la película con mi hija adolescente, para quien Riley funcionó como una especie de espejo. Y por lo que hablamos después, entre las risas y el llanto que la dominaron durante el metraje, supo encontrar herramientas nuevas para leer su presente y poner en justa perspectiva alguna que otra situación que debe resolver para construir su nuevo y cada vez más autónomo Yo. Algo que se agradece en las siempre complejas coyunturas de cambio paradigmático. Sin importar cuánto tengamos que esperar para la tercera parte, nuestro pedido es que le den más protagonismo a Nostalgia y al Secreto Oscuro. Se lo merecen. Nos lo merecemos.
Fernando Ariel García

THE ACOLYTE: QUE LA FUERZA (OSCURA) TE ACOMPAÑE

Star Wars: The Acolyte (episodios 1-4). Creadora: Leslye Headland. Directores: Leslye Headland, Kogonada, Alex García López, Hanelle Culpepper. Protagonistas: Amandla Stenberg, Lee Jung-jae, Carrie-Anne Moss, Manny Jacinto, Dafne Keen, Charlie Barnett, Jodie Turner-Smith, Rebecca Henderson, Dean-Charles Chapman y Joonas Suotamo. Guionistas: Leslye Headland, Jason Micallef, Charmaine DeGraté, Jasmyne Flournoy, Eileen Shim, Claire Kiechel, Kor Adana, Cameron Squires, Jocelyn Bioh, Jen Richards. Basada en personajes y situaciones creadas por George Lucas. Lucasfilm. EE.UU., 2024. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 4 de junio de 2024.


Un siglo antes de los sucesos narrados en Star Wars Episodio 1: La amenaza fantasma, alguien está matando a un grupo de jedis. No se sabe de quién (o quiénes) se trata, ni el motivo que le lleva a aniquilar a estos caballeros de la luz y el orden. Sin embargo, todo parece guardar relación con Osha Aniseya, joven y talentosa padawan (aprendiz de jedi) que hace años abandonó la academia para transformarse en mecánica espacial. Un hecho traumático de su pasado, encadenado al veterano Sol, su ex Maestro Jedi, podría guardar la llave que destrabe el misterio y explique si Osha es una asesina desalmada, la doble exacta del criminal más buscado por la Orden Jedi o la víctima de un plan maquiavélico orquestado por las fuerzas de la oscuridad y el caos. O todo ello junto.


Para su debut en el universo creado por George Lucas, la dramaturga, guionista y directora Leslye Headland, eligió una trama deudora del policial detectivesco, registro que ya había visitado (y con notable éxito) en la serie Muñeca rusa. El punto de partida es sumamente atractivo, con tono y ritmo de novela negra que le sienta muy bien al espectro fantacientífico de la saga. Un enigma base que, por momentos, coquetea con el thriller político y el drama psicológico, perfilándose como una propuesta superadora de la acción coreográfica y el desfile de sables láser.


Lamentablemente, a partir del segundo capítulo, Star Wars: The Acolyte se dedica a dilapidar el crédito obtenido con el primer episodio. De manera sobradamente lineal, bastante ramplona y algo discursiva, Headland y su equipo de guionistas despejan las dudas a toda velocidad, dejando como gran interrogante la desconocida identidad del entrenador del o la asesina. Visto la pobreza argumental de la primera mitad de la serie estrenada el 4 de junio por Disney+, la sorpresa final debería ocultar una bomba a escala Skywalker para que el impacto levante retroactivamente el interés cualitativo del programa.


Los fanáticos, sin embargo, podrán deleitarse con el abordaje del periodo temporal conocido como Alta República, explorado en detalle en novelas y cómics pero nunca antes de manera audiovisual. Se trata de la mayor era de equilibrio y progreso intergaláctico patrocinado por la vigilancia jedi, que en The Acolyte empieza a mostrar sus primeros signos de decadencia y declive, permitiendo el surgimiento del Lado Oscuro de la Fuerza. Sobre este escenario, la serie busca su identidad conceptual en el conflicto de la dualidad: Bien y mal, luz y sombra, maestro y aprendiz, padres e hijos, hermanos y hermanas, intelecto y espíritu, destino y libre albedrío, individuo e institución, lo viejo y lo nuevo. Por ello cobra preponderancia la presentación de un disruptivo aquelarre de brujas con la capacidad de manejar el poder metafísico y vincular de la Fuerza, sin necesitar la mediación jedi.


Uno de los grandes problemas de la serie es su permanente sensación de déja vu. Personajes, roles y dinámicas relacionales van replicando, con respeto casi religioso, los parámetros impuestos por la trilogía original. Contra esa comparación, nada pueden hacer los protagonistas con sus nuevos personajes: Amandla Stenberg (Osha) y Lee Jung-jae (Sol), llegados a la franquicia desde Los juegos del hambre y El juego del calamar respectivamente; Joonas Suotamo (Kelnacca, primer jedi wookie en acción real), Rebecca Henderson (Vernestra Rwoh, icono de la serie de libros infanto-juveniles Star Wars: la Alta República) y Carrie-Anne Moss (Indara), completamente desperdiciada en el rol de una Maestra Jedi demasiado reminiscente a su Trinity de Matrix.


Entre Frozen y Kill Bill, con referencias al Aladdin Sane de David Bowie y el cine de artes marciales al estilo El tigre y el dragón, la cucarda más importante que puede exhibir The Acolyte es la factura de un nuevo estilo de pelea, el “Fuerza fu” o “Kung Fuerza”, sistema energético de defensa y ataque que integra los movimientos del kung fu con el poder de los jedi. El resto, sin abandonar la zona de confort claramente resguardada por la franquicia, va a lo seguro y apunta al corazón de los feligreses que buscan ratificar sus preferencias. Que la Fuerza los acompañe.
Fernando Ariel García
Nota publicada originalmente en La Nación el 4 de junio de 2024.