martes, 6 de julio de 2021

WANDAVISION: LA METAFICCIÓN AL PODER

WandaVision. Director: Matt Shakman. Protagonistas: Elizabeth Olsen (Wanda Maximoff / Bruja Escarlata), Paul Bettany (Vision), Kathryn Hahn (Agnes / Agatha Harkness), Teyonah Parris (Monica Rambeau), Randall Park (Jimmy Woo), Kat Dennings (Darcy Lewis), Evan Peters (Pietro Maximoff / Quicksilver), Julian Hilliard (Billy Maximoff) y Jett Klyne (Tommy Maximoff) y Josh Stamberg (Tyler Hayward), entre otros. Guionistas: Jac Schaeffer, Gretchen Enders, Megan McDonnell, Bobak Esfarjani, Peter Cameron, Mackenzie Dohr, Chuck Hayward, Cameron Squires, Laura Donney y Jac Schaeffer, basados en personajes y situaciones creadas y desarrolladas por Stan Lee, Jack Kirby, Roy Thomas, John Buscema y John Byrne, entre otros, para los cómics de Marvel. Desarrollador televisivo: Jac Schaeffer. Productor ejecutivo: Kevin Feige. Marvel Studios. EE.UU., 2021. Estreno en la Argentina: Disponible en Disney+ desde el 15 de enero de 2021.


Efecto no buscado de la pandemia. WandaVision estaba pensada para funcionar como tercer eslabón de la Fase 4 del Universo Cinematográfico Marvel (UCM), después del largometraje de Black Widow y la serie Falcon y el Soldado del Invierno. Pero el COVID-19 quiso otra cosa y a los Brangelina marvelitas les tocó abrir el juego. Por suerte, digo yo, porque estos nueve episodios son de lo mejor que el UCM ha logrado presentar en sus más de diez años de existencia.


De entrada, sabemos que hay algo que está mal. Muy mal. Vision murió en Avengers: Infinity War y, sin que nadie haya establecido lo opuesto, continúa finado. Aunque ande a sus anchas por la ciudad de Westview, viviendo una vida idílica al lado de su querida esposa, yendo todos los días a su rutinario trabajo y, de golpe y porrazo, graduándose de padre de dos mellizos con muchos poderes y crecimiento acelerado. Hay gato (negro) encerrado, obvio. Pero lo bueno es que (hasta el final) no sabremos quién es el encargado de mover estos siniestros hilos. ¿La propia Wanda, que hace lo que puede para tramitar su duelo? ¿Agnes, la vecinita de enfrente que, de tan buena, no puede ser otra cosa que una bruja malvada? ¿El turro a cargo de S.W.O.R.D., esa agencia no gubernamental con agendas secretas e inconfesables? ¿Todos? ¿Ninguno?


El camino a la verdad estará jalonado de trampas, de preguntas inquietantes y respuestas emocionalmente demoledoras, con disquisiciones filosóficas que debaten las naturalezas de la vida real y la vida artificial. En el mientrastanto, se bajan algunas de las cartas que Marvel aprendió a repartir con el máximo impacto. El recupero de dos queribles secundones, Jimmy Woo y Darcy Lewis (vistos por última vez en Ant-Man and the Wasp y Thor: Un mundo oscuro), reformateados a la usanza del combo detectivesco a cargo de los X-Files, que se van pidiendo a gritos su propio programa. El empoderamiento de las figuras femeninas, en especial la de Wanda y la de Monica Rambeau (la niñita de Capitana Marvel, aquí una mujer hecha y derecha), que dejan entrever los rumbos a tomar en el futuro por las películas Doctor Strange and the Multiverse of Madness y The Marvels, así como la serie Secret Invasion, todo a estrenarse en algún momento del año que viene.


Y ahora vayamos a lo más poderoso, lo más interesante, lo más logrado. Lo que de verdad marca diferencia. Ya lo habían hecho antes, es cierto, pero nunca como acá. Nunca tan bien. Nunca tan fundacional, orgánico y funcional. Nunca tan identitario. WandaVision es la metaficción elevada a la categoría de arte. Y si te gusta la metaficción tanto como a mí, esta serie es lo más parecido al paraíso que el UCM tiene para ofrecer. Por dos razones principales: El poder para generar expectativas cada vez más grandes, resolviéndolas sin darte el gusto pero sin dejarte sabor amargo en la boca. Y la capacidad de explotar la nostalgia en el punto justo que requiere la empatía para potenciar sus efectos.


De entrada nomás, el combo homenaje y referencial a la historia de la sitcom estadounidense. Justificando las formas desde los contenidos, del blanco y negro al color, haciendo avanzar la narración mientras analiza los cambios que el tiempo ha ido sedimentando sobre el tradicional formato. Yendo de los ’50 a los 2000, sin repetir y sin soplar: Yo quiero a Lucy (capítulo grabado en vivo, con público en el estudio), El show de Dick Van Dyke, Hechizada (utilizando parte de su decorado original), The Brady Bunch, Full House (donde saltaron a la fama Mary-Kate y Ashley Olsen, hermanas de Elizabeth Wanda Olsen), Modern Family. Un festín para los sentidos. Y el golpe de gracia, la cereza del postre, la jugada de jaque mate que nadie esperaba. El diálogo, dentro y fuera del streaming, entre el UCM y el universo mutante de Fox. Un puente construido sobre el cuerpo de Evan Peters, el Pietro Maximoff / Quicksilver de las últimas tres entregas de la saga de los X-Men de Fox (Días del futuro pasado, Apocalipsis y Dark Phoenix), ocupando el lugar que, por lógica, le hubiera tocado a Aaron Taylor-Johnson, el Quicksilver del UCM.


Sin dudas, WandaVision es el proyecto más arriesgado, innovador y complejo de un mosaico que tiende a aferrarse a sus zonas de confort, yendo a lo seguro y apostando a mejorar aquello que, sabe, le queda bien. Incluso, muy bien. Pero por este camino, al menos para mí, le sale mejor.
Fernando Ariel García

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