Spencer. Director: Pablo Larraín.
Protagonistas: Kristen Stewart (Diana Spencer, princesa de Gales), Timothy
Spall, Jack Farthing (Carlos, príncipe de Gales), Sean Harris, Sally Hawkins, Jack
Nielen (príncipe Guillermo), Freddie Spry (príncipe Enrique), Stella Gonet (Reina
Isabel II), Amy Manson (Ana Bolena) y Emma Darwall-Smith (Camilla Parker Bowles),
entre otros. Guionista: Steven Knight. Komplizen Film / Fábula / Shoebox Films
/ FilmNation Entertainment. Alemania / Chile / Estados Unidos / Reino Unido,
2021. Estreno en la Argentina: 17 de febrero de 2022.
Diciembre de 1991. Tres días y tres noches en
donde la familia real británica celebrará la Navidad con toda la pompa y
circunstancia que ordena el protocolo y marca la tradición. Tres días y tres
noches que definirán el futuro de la princesa de Gales, Diana Spencer; mediante
la ratificación de su pasado, de su elección personal por sobre las imposturas
impuestas. El tránsito definitivo de la difusa mujer detrás del futuro Rey a la
refulgente Princesa del Pueblo. De la fugaz Diana Spencer a la eterna Lady Di.
En Spencer, como antes lo hiciera con Jackie, Pablo Larraín
vuelve a la biopic concentrando su interés sobre un momento
específico en la vida de la mujer biografiada. Esa secuencia que marca el
momento justo del cambio, de la asunción plena y consciente de su identidad, de
la elección definitiva de su destino. Y Kristen Stewart logra habitar tanto a la
Diana real como a la Diana mítica, cargando el cuerpo y el alma de la película en
un trabajo realmente consagratorio.
En la superficie, el punto de quiebre viene
dado por el hartazgo de Diana ante la relación paralela entre su esposo, el
príncipe Carlos, y el verdadero amor del futuro Rey, Camilla Parker Bowles.
Pero en lo profundo, el dilema interno de Diana pasa por la construcción de su
rol histórico, dentro de la Corona y de frente a los británicos de a pie que la
aman y la eligen sin condiciones. Hostigada y perseguida por la familia real; atrapada
en un rulo bulímico-depresivo y autodestructivo, la princesa de Gales deberá mirar
hacia atrás, a sus días como Spencer, para poder romper la crisálida y
proyectarse hacia adelante.
Lo interesante de este proceso, desde el
punto de vista narrativo, es la elección cinematográfica de Larraín. Sin romper
los parámetros formales del docudrama, amplía su registro para abarcar el
relato victoriano de las casas embrujadas, con el fantasma de Ana Bolena dando
vueltas por las habitaciones del palacio y el lóbulo emocional de Diana. No es
que sea una película de terror, aunque pululen los monstruos, pero hay momentos
puntuales en que el film parece (o me lo pareció) abrazar la atmósfera gótico-existencial de la Hammer. Y el resultado no podría ser mejor. Una oscura fábula
romántica, un perverso cuento de hadas con final feliz, que sabemos nosotros
(no los personajes) es sólo otra mueca burlona de la muerte.
Fernando Ariel García
No hay comentarios:
Publicar un comentario