Invasión
secreta.
Director: Ali
Selim.
Protagonistas: Samuel
L. Jackson (Nick Fury), Ben Mendelsohn (Talos), Emilia Clarke
(G’iah), Kingsley Ben-Adir (Gravik), Don Cheadle (James Rhodes),
Cobie Smulder (Maria Hill), Martin Freeman (Everett K. Ross), Killian
Scott (Pagon), Dermot Mulroney (Ritson, presidente de los EE.UU.),
Olivia Colman (Sonya Falsworth), Charlayne Woodland (Varra /
Priscilla Davis), O-T Fagbenle (Rick Mason) y Kate Braithwaite
(Soren), entre otros. Guionistas:
Kyle
Bradstret, Brian Tucker, Brant Englestein, Roxanne
Paredes, Michael Bhim. Basado en personajes y situaciones creados por
Brian
Michael Bendis, Leinil Yu, Stan
Lee, Jack Kirby, Mark Millar, Bryan Hitch, Peter David, Gary Frank,
Robbie Thompson, Niko Henrichon, John Byrne, David Michelinie, Bob
Layton, David Finch, Kenny Martinez, Christopher Priest, James D.
Hudnall y
John
Ridgway, entre
otros, para los comics Marvel. Desarrollador televisivo: Kyle
Bradstreet. Productores ejecutivos: Brian Tucker, Kyle Bradstreet,
Ali Selim, Samuel L. Jackson, Victoria Alonso y Kevin Feige, entre
otros. Marvel Studios.
EE.UU.,
2023. Estreno en la Argentina: Disponible
en Disney+ desde el 21
de junio de 2023.
El
guiño a la Argentina del primer episodio me cayó muy bien, tengo
que decirlo. No sé si eso me predispuso de otra manera, pero entre
todos los tropezones que (a mi entender) viene dando Marvel en cine y
streaming, esta Invasión secreta (Secret Invasion) me terminó
gustando. Mucho. Sacando el exabrupto superheroico del final, que no
se corresponde con el tono y los contenidos que habíamos venido
viendo desde el principio, el resto me generó intriga y sorpresa.
El
veterano Nick
Fury, cansado
de sacar las papas del fuego, tiene que salir de su escondite después
de descubrir
una clandestina invasión extraterrestre a la Tierra. Que
no es nueva, está pasando desde
hace años, de a cuentagotas
y en el
más callado de los silencios.
La
lleva adelante una
facción rebelde de la raza alienígena cambiaforma Skrull, que
al arrancar la acción ya está ocupando el lugar de
algunas de las personas con mayor poder de decisión en el planeta. Y
están a punto de dar el zarpazo
final.
Como
continuación y contracara de Capitana Marvel, esta aventura se anima
a complejizar el abordaje sobre la utilización política de los
fenómenos migratorios y el terrorismo contemporáneo, poniendo
en debate el discurso xenófobo
enarbolado por Trump y Le Pen (por dar
sólo dos ejemplos), explotado desde sus usinas de fake news y
replicados en redes sociales y medios de comunicación masivos. Al
mismo tiempo, equilibra la escala interplanetaria del problema con
una reveladora mirada a la intimidad afectiva de Nick Fury,
generándole
una
humanidad que se sobrepone a cualquier golpe
de efecto. Habrá que ver cómo sigue el desarrollo de esta línea
argumental, pero
por ahora tiene mi crédito.
Tomando
como parámetro a Invasion
of the Body Snatchers, clásico
de la ciencia ficción conspirativa de 1956, los
seis episodios de Invasión secreta
componen
una inteligente amalgama entre el film noir y el western, adoptando
el modelo narrativo del thriller de espionaje al estilo James Bond o
Misión: Imposible, algo
que le calza como anillo al dedo a Samuel L. Jackson y su crepuscular
encarnación de Nick Fury.
Yendo del
complot
político
a la paranoia identitaria, la serie explora la capacidad de la
posverdad para moldear la opinión pública. ¿En quién confiar
cuándo no se puede confiar en nadie?
Fernando
Ariel García
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