martes, 22 de diciembre de 2020

HGO (NUEVA ERA) Nº 1: LA MÁQUINA DEL TIEMPO

HGO (Nueva Era) Nº 1. Autores: Quique Alcatena, Felipe Ricardo Ávila, Emilio Balcarce, Luis Baldino, Claudio Bressan, Chelo Candia, Luis Alberto Del Popolo, Pablo S. Fernández, Tomás Francisco, Alejandro Fried, Cata García, Jok, Lea Comix, Beto Lorenzo, José Massaroli, Mario Milocco, Jorge Morhain, Héctor Germán Oesterheld, Pablo N. Pereyra, Rams (Raúl Martínez), Ezequiel Rosingana, Carlos Scherpaz (Oenlao), César Antonio Vidal. Portadista: Jok. Director: César Antonio Vidal. Arte: Pablo Muñoz. 94 páginas en color y en blanco y negro. MasterComic’s Producciones. Argentina, septiembre de 2020.


Treinta y tres años después de su aparición en soporte papel, HGO, el clásico fanzine de los ’80, volvió en formato digital. Con materiales producidos entre el 2014 y el 2020, casi todos ellos inéditos (o eso creo), compilando historietas cortas, artículos autorreferenciales, la recuperación de una entrevista al Viejo Breccia publicada en la andanada original del título y la reivindicación del legado de Héctor Germán Oesterheld (HGO, de ahí su nombre) como estandarte.

Malvinas en clave futurista. Guion de Emilio Balcarce y dibujos de Felipe Ricardo Ávila

Temáticamente, la impronta que rige la publicación es el estilo Columba, aggiornado por los aportes de Skorpio y Fierro. Historietas cortas de género, narrativa clásica y, en la mayoría, golpes de efecto finales que buscan un cierre tan efectivo como efectista. En estado puro o con diversos niveles de hibridación, el deporte, la crítica política, la ciencia-ficción, los escenarios bélicos, el humor, el terror y los superhéroes dicen presente, aunque el marco contenedor pueda definirse claramente como el de la Aventura.

Chelo Candia, inspirado en la poética de Eduardo Galeano

Hay de todo, como en botica y como en una antología que se precie de tal. A nivel contenidos y a nivel cualitativo de esos contenidos. Algunas páginas son reivindicatorias del orgullo nacional, otras laudatorias de las gestas argentinas (Malvinas). También aparece cierta valiosa reafirmación latinoamericanista. Están los errores ortográficos que forman parte del histórico folklore fanzinero, pero que hoy ya no deberían estar. Y dos choques simbólicos bastante importantes, que licúan un poco la identidad que construye la revista. En lo macro, el péndulo conceptual que va del cómic discursivo al cómic narrativo. En lo micro, la contradictoria convivencia entre ochentosas posturas machistas con las actuales luchas feministas por la legalización del aborto y el castigo a los femicidas.

Feminismo y superhéroes, de la mano de Cata García

HGO hace gala del espíritu alternativo que la vio nacer. Pero no pareciera reconocer el cambio que el paso del tiempo operó sobre esa perspectiva. Porque aquello que alguna vez fue nuevo hoy ya no lo es; y aquello que alguna vez fue disruptivo hoy es sólo una postura establecida, estancada en los pozos de un territorio demasiado transitado. Que el material más moderno que pueda ofrecer el ejemplar sea la recreación de un viejo episodio del Ernie Pike de Oesterheld, es más que una paradoja. Es una declaración de principios.

Ernie Pike. Un viejo guión de Oesterheld con nuevos dibujos de Ezequiel Rosingana

Dicho todo esto, puede sonar raro que la lectura del nuevo HGO me haya resultado tan placentera como en verdad lo fue. Supongo que por una cuestión de nostalgia personal. O por la capacidad de la revista de transformar el pecado en virtud ante los ojos de un cincuentón que hizo, leyó, coleccionó y admiró los fanzines de aquella mítica movida irrepetible. Lo que sea que haya sido, funcionó. La máquina del tiempo fue efectiva. Por un momento, volví a los ’80, a mis felices ‘80. Y aunque está bueno volver, no está bueno quedarse en el pasado.
Fernando Ariel García 

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