Ellas hablan. Directora:
Sarah Polley. Protagonistas: Rooney Mara, Claire Foy, Jessie Buckley, Judith
Ivey, Sheila McCarthy, Michelle McLeod, Kate Hallett, Liv McNeil, August
Winter, Ben Whishaw, Frances McDormand, Kira Guloien, Shayla Brown, Emily
Mitchell, Nathaniel McParland y Eli Ham, entre otros. Guionista: Sarah Polley,
basada en el libro Women Talking (2018) de Miriam Toews. Orion Pictures - Plan
B Entertainment - Hear/Say Productions. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: 9
de marzo de 2023.
Tranquilamente, podría ser
una obra de teatro. Espacio definido y cerrado, el de un granero en alto que
funciona como escenario principal y casi único. El peso dramático de la obra
recargado en las palabras que motorizan acciones y sentimientos; y en los
silencios que gritan aquello que las gargantas no pueden liberar. Protagonismo
coral que va haciendo postas a la hora de sacarse chispas, capaz de pasar de lo
íntimo a lo colectivo, de lo individual a lo universal, sin perder nunca de
vista que están elaborando, frente a nuestros ojos subyugados, la cuestión
moral más álgida y urgente de los últimos tiempos.
Estamos en el 2010, aunque
parece que hayamos quedado anclados en las oscuras mazmorras del siglo pasado. En
un lugar alejado de todo, que bien podrían ser los EE.UU. tierra adentro, el
interior inhóspito y abandonado de la Argentina o algún lugar de Bolivia, que
es en dónde realmente pasaron los hechos que Ellas hablan (Women Talking)
transcribe en clave de ficción. Dentro de una comunidad religiosa que podría
ser menonita o no, porque también podría ser católica apostólica romana,
evangelista o judía, o una comunidad hippie o una secta cualquiera.
Porque más allá del tiempo,
el lugar y el anclaje narrativo, lo que importa de la película es lo que expone
de manera poética y brutal, elegante y descarnada, arrancándose los jirones de
dolor, bronca reprimida, ira revolucionaria que se han ido sedimentando con el
tiempo. Las violencias de todo tipo que las mujeres han venido sufriendo por
parte de algunos hombres. El desprecio al que las han sometido el imperio de la
Ley, sin importar su origen divino o humano. La revictimización que la Justicia
les impuso sin ningún tipo de contemplaciones. El abandono al que las condenó la
sociedad. La contención y la motivación que encontraron al abrazarse y ponerse
en pie de guerra. Esa solidaridad de género que hoy tiene nombre propio:
sororidad.
Ellas hablan describe el
momento exacto en que las protagonistas deben tomar la decisión que no sólo
cambiará sus vidas para siempre, sino que impactará de lleno en el crecimiento
y desarrollo de sus hijas e hijos, poniendo en el centro de la trama a una
mujer embarazada, pronta a dar a luz. Se anima a mirar (y apuntar) más allá y
más arriba de la abusada y el abusador. Sin exculpar a nadie, sabiendo
diferenciar víctimas de victimarios, el film de Sarah Polley toma conciencia de
la naturaleza del patriarcado, expresión de poder y sistema de dominación cuyas
estructuras y prácticas sociales han sido naturalizadas y ejercidas por hombres
y mujeres, aunque las víctimas fatales se encuentren siempre entre las
segundas. Y plantea una posible salida, que incluye a hombres y mujeres en una
discusión intelectual y física sinceramente inclusiva, que revisita las heridas
del pasado para soñar y luchar y construir algo mucho más grande que un futuro
distinto. Un futuro mejor.
Fernando Ariel García
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