Stranger Things - Temporada 4
(vol. 1). Directores: Los hermanos Duffer, Shawn Levy, Ninród Antal. Protagonistas:
Winona Ryder, David Harbour, Finn Wolfhard, Millie Bobby Brown, Gaten Matarazzo,
Caleb McLaughlin, Noah Schnapp, Sadie Sink, Natalia Dyer, Charlie Heaton, Joe
Keery, Maya Hawke, Priah Ferguson, Cara Buono, Brett Gelman, Paul Reiser, Eduardo
Franco, Joseph Quinn, Joe Chrest, Matthew Modine, Tom Wlaschiha y Sherman Augustus,
entre otros. Participación especial de Robert Englund. Guionistas: Los hermanos
Duffer, Caitlin Schneiderhan, Paul Dichter, Kate Trefry, Curtis Gwinn. 21 Laps
Entertainment / Monkey Massacre. EE.UU., 2022. Estreno en la Argentina: Disponible
en Netflix desde el 27 de mayo de 2022.
Si el parate de dos años que impuso la pandemia
le permitió a los hermanos Duffer afinar la puntería y retocar lo que había que
retocar en la cuarta temporada de Stranger Things, alabado sea el largo
impasse. Porque este primer volumen (siete episodios de nueve) es lo mejor que
ha experimentado la serie desde que iniciara allá por 2016. De lejos, la más
compacta, lograda y contundente. Y mucho de ello se debe, creo yo, a la mayor
duración de cada episodio (el siete, cerca de dos horas), sin un minuto de
relleno gratuito.
Los chicos han crecido; y con ellos la premisa
se ha desarrollado y complejizado. Por primera vez, los protagonistas están
separados, viviendo arcos argumentales propios que, sabemos de antemano, están
destinados a colisionar en algún momento futuro. Mientras tanto, tenemos a un Hopper
¿resucitado? ¿renacido? en una cárcel de alta seguridad rusa, la misma prisión
que alberga a un demogorgón ansioso por almorzar humanos. A Once en una
búsqueda desesperada ¿y fútil? por recobrar sus perdidos superpoderes. A Joyce y
Murray en una ¿suicida? misión de rescate. A Mike, Will y Jonathan escapando
por el desierto. Y a Dustin, Lucas, Max, Nancy, Steve y Robin, intentando
descifrar el misterio de una casa embrujada en el ficticio pueblo de Hawkins,
que puede albergar las respuestas a la naturaleza depredadora del Otro Lado.
Más oscura que antes (que nunca), la serie
incorpora un nuevo villano, diseñado bajo el molde maestro de Pinehead o Freddy
Krueger, el clásico asesino serial sobrenatural de las películas ochentosas de
terror adolescente. Un horror que mantiene el nivel sanguinolento y explícito
de los años anteriores, pero que aparece enarbolando una pátina psicológica y metafísica
que le suma nuevas capas de sentido a la identidad metanarrativa que está en el
adn de Stranger Things. Y le agrega estallidos de dolor físico que pueden entenderse como metáfora de los cambios, los miedos y los traumas que acompañan
el paso de la niñez a la adultez.
Preparando (y preparándonos para) el final de
la serie que ocurrirá en la quinta temporada, los hermanos Duffer bajan las
cartas y muestran los 33 de mano que venían orejeando desde el primer episodio
de la primera temporada. La revisitación del pasado está, por eso, a la orden
del día. Y nada de lo que habíamos visto podrá seguir siendo mirado de la misma
manera. Todo cambia y, como todo cambia, algo (y, por qué no, alguien) va a quedarse
en el camino. Para saberlo con precisión, es cierto, habrá que esperar al 1º de
julio, fecha en que se estrenarán los dos capítulos restantes. O sea, el
volumen 2.
Bienvenidos al principio del fin de Stranger
Things. Yo que ustedes, no me lo perdería.
Fernando Ariel García