Familia al instante. Director: Sean Anders. Protagonistas: Mark Wahlberg, Rose Byrne, Isabela Moner, Gustavo Quiroz, Julianna Gamiz, Octavia Spencer, Tig Notaro, Margo Martindale, Julie Hagerty, Allyn Rachel, Tom Segura, Iliza Shlesinger, Brittney Rentschler, Jody Thompson, Michael O'Keefe, Joan Cusack, Valente Rodriguez, Eve Harlow y Charlie McDermott. Guión: Sean Anders y John Morris. Tema musical de cierre: I'll Stay, interpretado por Isabela Moner. Closest to the Hole Productions. EE.UU., 2018. Estreno en la Argentina: 29 de noviembre de 2018.
Los Wagner, el matrimonio conformado por Pete y Ellie (Mark Wahlberg y Rose Byrne), tienen todo lo que una pareja podría desear: un buen pasar, un trabajo que les gusta, una familia constituida y mucho tiempo libre para dedicarlo a satisfacer sus deseos. Pero no tienen hijos. Y quieren tenerlos. De ahí al intento de adopción de tres hermanos (una adolescente con ira, un púber muy torpe y una niña terremoto), hay un solo paso. Y es el paso que cuenta esta película.
Aclarémoslo antes de que oscurezca. Familia al instante (Instant Family) es una más de esas comedias dramáticas familiares, bastante tonta, sumamente previsible, llena de certeros golpes bajos que buscan (hasta que encuentran) el lagrimeo fácil. Sin apostar, va siempre a lo seguro, edulcorando a todo y a todos, incluso aquellos costados sombríos que amenazan la vida social y cotidiana de los chicos y los jóvenes.
Pero aún con este adocenamiento narrativo, la cinta de Sean Anders demuestra y desarrolla una teoría que bien parece conocer el director y bien conocen las familias que han sido alcanzadas por el fenómeno de la adopción. Los lazos sanguíneos no determinan la calidad de los vínculos interpersonales, sobretodo porque los vínculos no vienen dados por ningún proceso de gestación, sino que son el resultado de una construcción constante y minuciosa entre las partes. La sumatoria de momentos compartidos, de miedos enfrentados y superados, de ansiedades desbocadas, de risas y llantos, de tiras y aflojes, de pruebas y errores que terminan por reafirmar la verdadera naturaleza de esos vínculos.
Las paternidades (todas las que presenta el film) son fruto de la elección que nace del amor más profundo, inexplicable y hermoso que la vida tiene para ofrecernos. Y si no son eso, la verdad, no son nada.
Fernando Ariel García