El Hoyo Negro Nº 1. Guión: Giancarlo Román. Arte: Gustavo Vargas Tataje. Portada: Gustavo Vargas Tataje. 26 páginas a todo color. Disponible en línea en el blog El Hoyo Negro. Perú, diciembre de 2013.
Digamos que América Latina es un territorio más que apto para plantar una ficción de naturaleza fantacientífica de corte distópico, con una sociedad en avanzada instancia de deshumanización y donde el Estado se imponga mediante el uso discriminado de la fuerza represora policial. Esto que suena a futuro, en gran parte del territorio de la Patria Grande ha sido una realidad presente y palpable en diferentes etapas del pasado reciente. De ahí que, de entrada, uno compre sin ningún tipo de problemas los disparadores de El Hoyo Negro, movilizante apuesta narrativa de los historietistas peruanos Giancarlo Román y Gustavo Vargas Tataje.
Profundización de un proyecto presentado el año pasado en el blog Ciudadano Pop , la aventura parte de una catástrofe científica en la frontera franco-suiza que, al corporizar un hoyo negro (lo que aquí llamamos agujero negro) cambia indefectiblemente la naturaleza del mundo que habitamos. Salto temporal a un futuro medianamente cercano, el 2050, en el momento exacto en que Dante, un hombre que murió en 2015, vuelve a la vida para descubrir que todo ha cambiado lo suficiente para volverse reconociblemente irreconocible (y viceversa). Aunque es cierto que él ha cambiado aún más que su entorno, ya que ahora exhibe un hoyo negro (el hoyo negro del título, supongo) en su pecho, en el exacto lugar en que debería estar su corazón.
Las respuestas (cuya búsqueda se intuye será el núcleo narrativo de esta saga que recién arranca) parecieran estar encriptadas en los propios recuerdos de Dante, en las acciones de su anterior amigo y hoy ministro de Ciencia, Reynaldo Karinsky; y en las razones que mueven a una secta religiosa asumida como grupo terrorista a creer que Dante pueda ser “El Hombre de las Estrellas” que están esperando, ese posible Mesías post-tecnológico para una humanidad dispuesta a dejar atrás el precipicio dando ese decisivo paso adelante.
Jirón de la Unión, calle céntrica de la ciudad de Lima, en el futuro distópico de El Hoyo Negro
Opción neta por la aventura de ciencia-ficción urbana, tendiente a la introspección existencial en escala humana, El Hoyo Negro todavía no abraza con convicción la identidad local que promueve desde un par de viñetas, sobre todo aquella panorámica del inicio ambientada en Jirón de la Unión, calle del centro histórico de Lima, ciudad en donde transcurre gran parte de la acción de esta primera entrega. Ese faltante, que a mi entender le permitiría diferenciarse del resto de las paradojas temporales que se cocinan en el mundo de la ficción, terminaría de definir la identidad intransferible de esta obra, capaz de dar vuelta como una media el panorama actual de la historieta peruana de género con fuerte impronta autoral.
Fernando Ariel García
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