viernes, 18 de octubre de 2024

JOKER: THE WORLD: ESTRATEGIA DE LA TENSIÓN

Joker: The World. Autores: Metin Akdülger, Paolo Bacilieri, Ethem Onur Bilgiç, Enrico Brizzi, Felipe Castilho, Jason Fabok, Ejob Gaius, Keisuke Gotou, Inpyo Jeon, Geoff Johns, Tomasz Kołodziejczak, Štěpán Kopřiva, Bertrand Mbozo'o Zeh, Jacek Michalski, Satoshi Miyagawa, Jaekwang Park, Germán Peralta, Oscar Pinto, Tainan Rocha, Ingo Römling, David Rubín, Torsten Sträter, Michal Suchánek, Matías Timarchi, Álvaro Fong Varela. Coloristas: Brad Anderson, Ethem Onur Bilgiç, E.N. Ejob, Vincenzo Filosa, Mariane Gusmão, Jaekwang Park, Oscar Pinto, Ingo Römling, David Rubín, Michal Suchánek. Letristas: Andrea Accardi, Astarte Design, Paolo Bacilieri, Dongmin Baek, Tomasz Bratkowski, E.N. Ejob, Yasmin Govoni, Rob Leigh, Héctor Negrete, Tainan Rocha, David Rubín, Michal Suchánek, Aykut Tanay. Portadistas: Jason Fabok y Brad Anderson. Editores: Katie Kubert, Andrew Marino. DC Comics. EE.UU., septiembre de 2024.


Un par de semanas antes del estreno mundial de Guasón 2: Folie à Deux; y siguiendo la lógica del anterior Batman: The World, DC presentó la novela gráfica Joker: The World, antología de relatos autoconclusivos que enseñorean al Payaso del Crimen por diferentes locaciones internacionales: EE.UU. (Alaska), España (Madrid), Alemania (Wacken), Italia (Bolonia), Brasil (Minas Gerais), México (Ciudad de México), República Checa (Praga), Turquía (Estambul), Corea del Sur (Busan), Argentina (Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Rosario), Camerún, Polonia (Cracovia) y Japón. Sacando la última historia, reimpresión del primer episodio del manga One Operation Joker (2021), el resto fue producido específicamente para esta edición, por los autores locales que aparecen listados arriba.

Joker, turista en una Madrid que grafica el crecimiento de las derechas más radicales en Europa

Además de historietistas, en el apartado creativo están involucrados actores, novelistas, standaperos, guionistas de cine, ilustradores publicitarios y médicos, hecho que otorga al conjunto una sumatoria de miradas que no siempre aparecen representadas en el mundo del cómic. Si bien se trata de anécdotas inconexas entre sí, salvo por la presencia del Joker o su influencia directa sobre terceros, la unidad temática viene dada por el abordaje complementario del protagonista como símbolo emergente de la contemporaneidad, fuerza catalizadora del estado caótico que pareciera intentar monopolizar al globo terráqueo.

De la mano de Enrico Brizzi y Paolo Bacilieri, Joker dice presente en la revuelta estudiantil de 1977 en Bolonia, entre policías de gatillo fácil y los homenajes a Andrea Pazienza y Lo Sconosciuto de Magnus  

Obra abierta a interpretaciones profundamente políticas, la figura del Joker termina por aglutinar el debate sobre los vínculos entre Gobierno, empresas y ciudadanía, intentando descular quién es el verdadero detentor del poder en las sociedades modernas. Lo más interesante es que la interpelación apunta por igual al círculo rojo que toma las decisiones económicas, al conglomerado político que garantiza su aplicación; y a los votantes que convalidan (en las urnas y en las calles) una agenda cruel e insensible, visiblemente desigual y destructora del Estado de Bienestar.

Con lazos políticos y cultura narco, Matías Timarchi y Germán Peralta presentan un Guasón argento y barrabrava

En ese entorno, pensar al Joker como un exponente moderado para los actuales estándares de confrontación ideológica e institucional, conforma la movida más subversiva que pueda generarse desde el personaje. Que el extremismo del maquiavélico archicriminal quede ampliamente superado por la hostilidad fascista, machista, racista, retrógrada y represiva que las derechas salvajes del mundo exhiben con desparpajo y orgullo de clase, confirma un par de puntos que erizan los pelos de la nuca. El derrame de la restauración conservadora bajo regímenes constitucionales; la triunfante avanzada depredadora sobre los derechos que se creían definitivamente conquistados; la transformación de la ciudadanía en audiencias sedadas y lobotomizadas. La certeza de que todo, todavía, puede empeorar.
Fernando Ariel García