Action Comics Nº 1000. Guiones: Dan Jurgens, Peter J. Tomasi, Marv Wolfman, Paul Levitz, Geoff Johns y Richard Donner, Scott Snyder, Tom King, Louise Simonson, Paul Dini, Brad Meltzer, Brian Michael Bendis. Dibujos: Dan Jurgens, Patrick Gleason, Curt Swan, Neal Adams, Olivier Coipiel, Rafael Albuquerque, Clay Mann, Jerry Ordway, José Luis García López, John Cassaday, Jim Lee. Tintas: Norm Rapmund, Patrick Gleason, Butch Guice, Kurt Schaffenberger, Neal Adams, Olivier Coipel, Rafael Albuquerque, Clay Mann, Jery Ordway, Kevin Nowlan, John Cassaday, Scott Williams. Color: Hi-Fi, Alejandro Sánchez, Dave McCaig, Jordie Bellaire, Trish Mulvihill, Laura Martin, Alex Sinclair. Portadas: Jim Lee (regular), Steve Rude (años ’30), Michael Cho (años ’40), Dave Gibbons (años ’50), Michael Allred (años ’60), Jim Steranko (años ’70), Joshua Middleton (años ’80), Dan Jurgens y Kevin Nowlan (años ’90), Lee Bermejo (años 2000). Editor: Paul Kaminski. 80 páginas a color. DC Comics. EE.UU., junio de 2018.
Dan Jurgens
Siempre, desde que tengo memoria, me sentí subyugado por el momento en que Superman toma impulso antes de volar. Me da lo mismo que sea en el cine, la tele o los cómics, la emoción máxima me llega cada vez que lo veo prepararse a desplegar la capa por el aire. No importa qué haya habido antes o qué vaya a haber después, ese segundo en el que Christopher Reeve doblaba un poquito las rodillas para despegarse elegantemente del piso, sintetiza lo mejor que el Hombre de Acero tiene para ofrecerme. O lo que más me gusta encontrar en sus aventuras. La posibilidad de concretar lo imposible, de alcanzar el infinito, de ver el mundo a mi alrededor bajo una nueva perspectiva.
José Luis García López
Ese momento, la inserción de un tiempo muerto que viene a quebrar el movimiento continuo de la acción, detiene el desplazamiento y rompe la lógica de la dinámica. Es la eternidad resumida en una fracción, el todo expresado en la más minúscula de sus partes. El nexo entre el pasado y el futuro, la posibilidad de hacer ficción con la metaficción. Y en las manos del talentosísimo grupo de autores que hacen este mítico nº 1000 de Action Comics, representa la capacidad de generar discurso interpretativo sobre Superman desde la propia narrativa aventurera supermaniana.
Neal Adams
Un número que, aun inserto (lo justo y necesario) en la actual cronología interna del universo superheroico, se la banca (y re-banca) como una unidad de lectura completa, cerrada y redonda. Mediante pequeñas piezas que van encastrando entre sí (desordenada pero naturalmente), el sentido real del relato se nos revela cuando el rompecabezas termina de armarse entre nuestras manos. Por debajo de los avatares que nos vinieron contando las distintas tramas, fluye el estudio sobre la identidad del superhéroe más importante del mundo. Una identidad compleja, construida durante 80 años de idas y venidas, de agachadas y levantadas.
Patrick Gleason homenajea a Frank Miller
Las distintas encarnaciones del paladín están presentes, enmarcadas dentro de los hechos históricos reales que lo atravesaron a lo largo de estas ocho décadas. El hombre y el superhombre. El padre de familia y el esposo. El profesional y el boy scout que todo lo puede. El amigo y el oponente. El perro de caza de Reagan. Metido en el drama social urbano o en la grandilocuente épica interestelar, lo que termina saliendo a flote es el impacto de Superman en la vida cotidiana de los ciudadanos. En lo macro (salvando el mundo más de una vez) y en lo micro (ayudándolos a superar crisis de índole personal).
Curt Swan
Porque al final de cuentas, lo que cuenta no son aquellos valores que (de manera interesada) le han hecho representar a Superman, sino aquellos que de verdad representa: Solidaridad. Justicia. Sacrificio. Compromiso con los más débiles. Amistad. Esperanza. Tal vez porque Superman, como cualquier otra criatura de la imaginación, no es otra cosa que la representación del poder que las historias guardan para el género humano. Un poder transformador, sanador, que nos invita a ser cada día mejores. A dar el gran salto que nos yerga del suelo y nos lleve a volar, alto en el cielo, conscientes de que una mano abierta sigue siendo mucho más poderosa que un puño cerrado.
Feliz cumpleaños, campeón.
Fernando Ariel García
Década del '30: Steve Rude
Década del '40: Michael Cho
Década del '50: Dave Gibbons
Década del '60: Michael Allred
Década del '70: Jim Steranko
Década del '80: Joshua Middleton
Década del '90: Dan Jurgens y Kevin Nowlan
Década del 2000: Lee Bermejo
Tapa en blanco para que los fanáticos se hagan dibujar en las conveciones