jueves, 25 de marzo de 2010

LA HISTORIA DE MEXICO EN LA HISTORIETA (III)

Hidalgo, El Padre de la Patria
El número 46 de la historieta Biografías Selectas, del 12 de septiembre de 1959, está dedicado a Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla, mejor conocido, con justicia, como Miguel Hidalgo, El Padre de la Patria.

La revista, hermosamente ilustrada por Antonio Gutiérrez y publicada por Editorial Argumentos, nos traslada al México virreinal. En la hacienda de Corralejo, el niño Miguel abraza a su madre, feliz por que ese día celebra su primera comunión.
Entre los regalos que recibe está una medalla de plata con la imagen de la virgen de Guadalupe, al colocársela su madre le dice: Que ella te sirva de guía y protección, Hidalgo expresa con devoción: La llevaré siempre conmigo.
Poco tiempo después una gran pena acongoja a Hidalgo, la muerte de su madre. Su padre lleva al niño a Valladolid (hoy la ciudad de Morelia) para dejarlo al cuidado de su hermana. El niño estudia en un colegio jesuita y continúa sus estudios en el Colegio de San Nicolás, ingresando posteriormente al seminario.
Miguel Hidalgo era un joven inteligente, estudioso, pero además se las ingeniaba para también disfrutar de las diversiones juveniles, esto le valió que sus compañeros lo apodaran El Zorro. A los 20 años ya era Bachiller de Artes y Teología, cinco años mas tarde impartía la cátedra de teología en el Colegio de San Nicolás. No tardó en llegar a ser el honorable Rector de la prestigiada institución.
El obispo de Michoacán, le encargó un estudio sobre la situación en que se encontraban los habitantes de su feligresía. Esto lo llevó a conocer los lugares más apartados de la comarca, conociendo de primera fuente la opresión y miseria en que vivían los indios.

El cura hizo a un lado la cátedra y decidió entregarse a la búsqueda de alternativas para aliviar las penurias del pueblo. Fue cura en Colima, en san Felipe Torres Mochas, y por fin se estableció en el curato del pueblo de Dolores.
Aquí fundó varias empresas donde los indios aprendían nuevas labores y trabajaban en un ambiente de libertad y fraternidad. Al mismo tiempo conspiraba con otros mexicanos que soñaban con un México independiente.
El torbellino de la historia lo llevó a encabezar la lucha por la independencia. Bastaron 45 días (a partir del 16 de septiembre de 1810) para que Hidalgo se encontrara frente a un numeroso grupo de mexicanos ansiosos de libertad a las puertas de la ciudad de México.
Después todo fue desconcierto, Hidalgo ordenó remontar el camino. En la batalla de Puente de Calderón, cerca de Guadalajara, el ejército virreinal derrotó a los insurgentes. Más adelante en Acatita de Baján (Coahuila) Miguel Hidalgo, Ignacio Allende, Juan Aldama, y Mariano Jiménez, fueron hechos prisioneros.
La historieta reseña el acto de degradación de su ministerio sacerdotal. El despojo de sus hábitos, la raspadura de sus manos por filosos chuchillos para arrancarle la potestad de impartir la bendición.
El fusilamiento de Miguel Hidalgo se llevó a cabo el 30 de julio de 1811, su cabeza fue colocada en un de las cuatro esquinas de la Alhóndiga de Granaditas, con el epíteto de insigne fascineroso.
La lucha que iniciara Hidalgo para acabar con la esclavitud, para darnos independencia y libertad, fue continuada por otros mexicanos que encontraron fortaleza en el amor a sus hermanos.
Rubén Eduardo Soto Díaz
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